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El partido, los sindicatos libres y la Iglesia aunan sus fuerzas en Polonia

Las tres fuerzas importantes de Polonia, sindicatos libres, Iglesia católica y partido comunista (POUP) están decididos a unificar esfuerzos para solucionar la crisis del país, es lo que se desprende de los homenajes a los obreros muertos en el litoral báltico en 1970, en las ciudades de Gdansk y Gdynia, con participación de representantes de esas tres fuerzas.Lech Walesa, presidente de la confederación sindical independiente de Polonia Solidaridad, afirmó, por su parte, ayer, en una conferencia de Prensa en Gdansk, que «no teme a una invasión soviética», y aseguró que su organización defenderá al disidente Jacek Kuron, uno de los fundadores del Comité de Autodefensa Obrera (KOR), dentro de ciertos límites.

Sobre una eventual intervención soviética, Walesa aseguró: «No tengo miedo a los soviéticos», y, con gesto duro, afirmó «que alguien intente intervenir en Polonia», subrayando a continuación que Solidaridad «no amenaza a nadie».

Respecto a Kuron, Walesa dijo que era uno de los consejeros del sindicato, y como tal sería defendido, pero si habla en su nombre, Solidaridad no puede defenderle. Kuron ha sido atacado recientemente por el viceprimer ministro católico Jerzy Odzowski, que aseguró que los «elementos antisocialistas» a los que se refieren continuamente las autoridades son «los miembros del KOR y del Comité de Derechos Humanos (ROPCIO)». Se supone que en ciertos ambientes católicos causaron una impresión negativa las declaraciones del disidente referidas a que «Solidaridad es independiente, tanto del poder como de la Iglesia».

A la ceremonia de la inauguración, ayer, de un monumento junto al astillero Comuna de París, de Gdynia, asistieron el viceprimer ministro Mieczyslaw Jagielski y el responsable del POUP en Gdansk, Tadeusz Fiszbach, político bien visto en los ambientes obreros y disidentes.

En la noche del martes, tanto Walesa como Fiszbach insistieron en sus discursos sobre la necesidad cle refarzar la unidad nacional «en favor cle la independencia de la patria».

Walesa aconsejó a todos los polacos «orden, paz y solidaridad para defender la soberanía e independencia de la patria». Por su parte, Fiszbach se sintió esperanzado de que «los sucesos de 1970 no se repitan jamás». Hizo un llamamiento para que «esos recuerdos favorezcan la unidad de la nación. La unidad realizada hoy», añadió, «constituye la esperanza para el futuro de Polonia».

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Los acontecimientos en homenaje a los obreros muertos en 1970 fueron silenciados por toda la Prensa soviética. Los únicos comentarios sobre Polonia, ayer, fueron hechos, uno en París, por el suplente del Politburó del PCUS y secretario del mismo, Boris Ponomariov, quien aseguró que «la URSS no sueña siquiera con la intervención», ante Chaban-Delmas, presidente de la Asamblea Francesa. Un segundo comentario apareció en el periódico Krasnaya Svezda, órgano del Ejército soviético, que aseguró que «los compañeros de armas polacos están unidos a los ejércitos aliados (del Pacto de Varsovia) y vigilante contra las tentativas de destruir el socialismo en Polonia».

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