"Inocente" falsificación de una quiniela de catorce

Una mujer guineana, de 32 años de edad, soltera, que vive en el Puerto de la Cruz (Tenerife), y que había asegurado estar en posesión de un boleto de catorce aciertos correspondientes a la última jornada futbolística, ha reconocido haberlo falsificado con el fin de demostrar la hipocresía de la gente y engañar a quienes la habían considerado hasta ahora «una pobre negra», según declaró.

En la comisaría de policía del Puerto de la Cruz se ha señalado a este periódico que el hecho no ha sido considerado un delito, al no existir tal intencionalidad en su autora.La falsa millonaria, Marina Caicedo, es natural de Guinea Ecuatorial y reside en la citada ciudad tinerfeña desde hace cuatro años. En la actualidad cuida a un anciano invidente y confiesa que cuando llegó a la isla tuvo que dormir en la calle y trabajar, fregando platos.

La quiniela supuestamente millonaria había sido depositada ya en la oficina de un banco, pero, ante la respuesta negativa del Patronato de Apuestas Mutuas Deportivo Benéficas de Madrid sobre su validez, fue descubierta la falsificación. La autora del engaño se había negado, sin embargo, a recibir un adelanto de 100.000 pesetas que le había ofrecido, según dijo, el banco. «Pido perdón por los trastornos que he causado, pero yo no quise estafar», señaló a la Prensa.

El falso boleto había sido manipulado con un sello perteneciente a otra quiniela por parte de la citada mujer, que había contado con la complicidad del anciano al que atiende.