"Ha terminado el cielo de baja catastrófica de las bolsas"
«Es casi inconcebible que no existan ni el mercado a plazo ni la contratación de oro y divisas en las bolsas españolas», manifestó el síndico presidente del mercado de valores madrileño, Jaime Aguilar Otermín, en el curso de un encuentro con los medios de comunicación celebrado en la tarde de ayer, para presentar un resumen de lo que ha sido el año 1980 a efectos bursátiles. Así mismo, señaló que en 1980 termina el ciclo de baja catastrófica que han sufrido las Bolsas españolas y que ha durado más de cinco años.
Entre las causas que motivaron esta tendencia, negativa tan prolongada del mercado, destacan, entre otras, y siempre en opinión de Jaime Aguilar, el nivel de cambios «inflados» por efecto de las ampliaciones de capital que se planteaban sucesivamente; las incertidumbres políticas de 1974 y la crisis energética que se acaba imponiendo, a pesar de que en un primer momento se pretende ignorarla. No obstante, estas situaciones se ven corregidas porque en este momento se ha depurado el nivel de cambios y los criterios que se barajan a la hora de seleccionar las inversiones son fundamentalmente los de rentabilidad, las incertidumbres políticas han desaparecido a pesar de que existen problemas y graves, y la economía se va adaptando a las consecuencias de la crisis energética. Hay una razón adicional, de extraordinaria importancia, y es el efecto de la creciente inflación sobre las economías y, por tanto, sobre las disponibilidades de los inversores.No faltaron las notas optimistas en la exposición de Aguilar, principalmente cuando se refirió a que «las empresas continúan pendientes del mercado de valores y acuden a él en busca de recursos de forma permanente». La presencia del sector público en la Bolsa, por la vía de sus emisiones de deuda, fue calificada de pura ortodoxia financiera, indicando que en último caso las razones por las que el sector público acude en condiciones preferenciales al mercado son de índole política.
A la hora de recapitular sobre las novedades que se han producido en el mercado de valores madrileño en este año, el sindico se refirió al nuevo Servicio de Información Bursátil (SIB) y a la aparición y consolidación del mercado de letras de cambio, cuyo nacimiento se vio arropado por los más negros presagios, pero que en estos once meses de vida ha presentado una negociación de 8.840 millones de pesetas.
Con relación a las perspectivas de futuro, Jaime Aguilar se refirió a los cuatro decretos sobre la reforma de la Bolsa, que aprobó el Gobierno el 5 de septiembre pasado, y de cuyo desarrollo, sobre todo por lo que a la transparencia del mercado se refiere, dependerá en buena medida el futuro de las bolsas españolas.
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