Ramón Trías aspira a la alcaldía de Barcelona en unas elecciones anticipadas
Ramón Trías aspira ya, desde ahora, a ser el próximo alcalde de Barcelona, mientras que el Consejo Ejecutivo de la Generalidad aprobó un decreto autorizando al consejero de Gobernación a que «presente un proyecto de ley (ante el Parlamento catalán) sobre elecciones municipales anticipadas». El decreto invoca las competencias estatutarias de la Generalidad.
La existencia de esta aspiración por parte de Trías fue fruto de diversas informaciones obtenidas a lo largo de los últimos días por este diario de fuentes del partido de Jordi Pujol. Los informantes indicaron, de manera separada y coincidente, que Trías había consultado la actitud de diversos dirigentes ante esta posibilidad. El hecho parecía insólito, dada, en principio, la lejanía del proceso electoral municipal. No obstante, la fijación de la fecha de las elecciones municipales es competencia estatutaria de la Generalidad, si bien está pendiente de elaboración la pertinente ley. La promulgación de la misma tampoco parece inmediata, dada la gran cantidad de leyes autonómicas pendientes, el escaso impulso legislativo de la Generalidad y la poca labor del Parlamento catalán.La operación tiene como trasfondo el temor del propio Jordi Pujol a que el actual alcalde de Barcelona, Narcís Serra, sea el próximo candidato socialista a la presidencia de la Generalidad. Esta alternativa es ya objeto de comentario generalizado en los sectores dirigentes del PSC-PSOE, donde se considera que una nueva presentación como candidato a la presidencia de la Generalidad de Joan Reventós posee todos los inconvenientes imaginables.
En cambio, Narcís Serra podría contar, de entrada, con una buena imagen pública, pese a que los principales puntos de su actuación no le sean favorables. Tal es el caso de la pretendida reforma administrativa municipal -que ha resultado cara e inoperante-; el incremento del déficit municipal y el tema de los túneles del Tibidabo, en el cual Serra anunció la continuación de las obras, hecho que no se ha producido.
Roca, vigilante
Trías intentó ya ser candidato a la alcaldía de Barcelona en las últimas elecciones. La oposición frontal de Roca impidió la materialización de este deseo. El enfrentamiento entre ambos dirigentes llegó a ser expresado, de forma velada, pero indudable, en sendos artículos de Prensa firmados por ellos mismos. Para resolver el conflicto, Pujol impuso su propio candidato -Xabier Millet-, que ha resultado ser una persona totalmente incapaz para la actuación política.Ahora, Roca no puede en absoluto impedir el viejo deseo de Trías. La situación de Roca dentro del partido es peor que nunca. Su responsabilidad en la aceptación del decreto que creaba la figura del «gobernador general» es ya objeto de críticas generalizadas.
Por otro lado, UCD presiona a Jordi Pujol para que rompa el «pacto de progreso» que sitúa al partido del presidente de la Generalidad junto a socialistas y comunistas en el gobierno municipal de Barcelona.
Alternativa más a la derecha
Trías sería la persona idónea para ofrecer una alternativa situada mucho más a la derecha del actual pacto municipal, que fue propiciado por Roca en los tiempos en que las relaciones de éste con los comunistas eran de un grado de cordialidad semejante al que posteriormente ha intentado lograr con respecto al partido de Adolfo Suárez.Las fuentes informantes señalaron como aspecto específico del tema la importancia de los fondos depositados por el Ayuntamiento de Barcelona en Banca Catalana. Se da el caso de que esta entidad bancaria, de la que Pujol es principal accionista, concedió un crédito de cuatrocientos millones de pesetas al Ayuntamiento de Barcelona, pero, paralelamente, se produjo la apertura de cuentas corrientes en dicha entidad por un valor muy superior, del orden de bastantes cientos de millones. La retirada de estas cuentas podría causar perjuicios en estos momentos de crisis relativamente generalizada.
Ramón Trías aprovechó, por otra parte, su presencia en León para declarar a los medios informativos su total desacuerdo con el propósito del Gobierno, expresado a través de su delegado en Cataluña, Josep Meliá, de llevar a la Generalidad ante el Tribunal Constitucional si persiste en su deseo de suprimir las diputaciones.
«Este tipo de recursos», manifestó, «son siempre un trauma y un expediente extremo que, en países de gran tradición federal, se presentan muy de cuando en cuando».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.