Gestiones francesas para conseguir la explotación de hidrocarburos en Guinea Ecuatorial

La Compañía Francesa de Petróleos (CFP) espera que «en el momento oportuno le sean atribuidos los permisos necesarios para la explotación de petróleo y gas en Guinea Ecuatorial», según declaración hecha a EL PAÍS por fuentes solventes cercanas a esa compañía. Camerún, Gabón y Guinea Ecuatorial, los países que visita actualmente el Rey de España, Juan Carlos I, forman el triángulo centralizador de los intereses de la compañía citada y de ELF-Aquitaine, la otra firma nacionalizada francesa que aspira a implantarse en esta región.

España, a través de Hispanoil; Francia, por medio de ELF-Aquitaine y la CFP, y Gabón despliegan actualmente una batalla contra reloj para conquistar «Eldorado» energético que, potencialmente, es Guinea Ecuatorial. Las dos compañías francesas se estiman en primera línea para rematar la victoria final. Hasta ahora, en efecto, no existe ningún compromiso en firme, porque Guinea aún no ha establecido el marco jurídico que permitirá en su día la firma de los contratos con las diversas compañías internacionales para la explotación de los hidrocarburos.

Prospecciones previas

De momento, las dos compañías francesas han realizado ya trabajos de prospección, que, en opinión de todos los expertos, son positivos. La CFP, según informes creíbles conseguidos en esta capital, estima ocupar el puesto más ventajoso para implantarse en Guinea.Durante la visita que realizó a París a mediados del pasado mes de noviembre el presidente Obiang Nguema Mbasogo se entrevistó con el presidente de la CFP, Gramier de Lilliac. Al final de la conversación, esa compañía estima haber convencido al presidente guineano de las ventajas que representaría su implantación en los importantes yacimientos que se supone existen en la costa norte y en las proximidades de Fernando Poo.

Según una información recogida en medios interesados, «Camerún es una potencia petrolera y, aquí la CFP está implantada fuertemente. Ya se han presupuestado 1.500 millones de dólares para la construcción de una gigantesca fábrica de gas que será operacional en 1987. Los yacimientos de Guinea son muy probablemente la prolongación de los de Camerún, lo que, unido a los intereses franceses de implantación, e influencia en esta región africana, hace que las ofertas de la CFP sean creíbles al máximo». Las negociaciones previas con esta compañía, según una fuente guineana de París, estarían muy avanzadas.

En vísperas de la entrevista entre los presidentes de Guinea y de la CFP, una delegación de esta última había viajado a la antigua colonia española y, tras las conversaciones de París, no se ha interrumpido el vaivén entre la capital francesa y la guineana.

Por su lado, ELF-Aquitaine aspita a conseguir permisos de explotación de manera directa, pero también a través de un tercero. En efecto, el otro país aspirante a la conquista del petróleo y del gas guineano es Gabón. La creación de la sociedad ELF-Gabón, entre otros, tendría por objeto multiplicar las posibilidades de la conclusión de acuerdos con las autoridades de Malabo.

Estas dos compañías francesas operan accionadas por los importantísimos intereses económicos, políticos y de intluencia que defiende Francia en la África francófona y sus cercanías. Un representante oficial guineano en París nos declaró: «A la hora de conceder los permisos de explotación de nuestros hidrocarburos pesarán, sin duda alguna, las relaciones globales entre Guinea y Francia».