El fiscal rebajará las penas solicitadas para los seis procesados en el "caso" Scala

El ministerio fiscal redujo muy sensiblemente las penas de prisión que solicita contra los seis miembros de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), procesados por el incendio de la sala de fiestas Scala. El cambio de petición fiscal tuvo efecto ayer, pasadas las once de la noche, en ocasión del trámite procesal de elevación a definitivas de las conclusiones provisionales.

Contra los tres principales acusados, José Cuevas Casado, Francisco Javier Cañadas Gascón y Arturo Palma Segura, el fiscal requirió penas que totalizan veintiún, veintiún y veinte años, respectivamente. Anteriormente, en las conclusiones provisionales, el ministerio fiscal había requerido ochenta años de prisión para cada uno.Mucho más espectaculares, en cuanto a previsibles efectos inmediatos, fueron los cambios producidos en las peticiones fiscales que afectan a los procesados Luis Muñoz García, Pilar Alvarez Alvarez y María Rosa López Giménez. Para Muñoz requirió una pena total de dos años y medio de prisión. Anteriormente, el mismo ministerio fiscal solicitaba para él una pena de 39 años de cárcel.

Para Pilar Alvarez, el ministerio público pasó a solicitar únicamente seis meses de cárcel, por el delito de fabricación de explosivos. Antes le eran solicitados once años de cárcel. Para María Rosa López, la petición fiscal pasa a ser de seis meses de cárcel por el delito de estragos y cuatro multas de 100.000 pesetas por el delito de encubrimiento de los cuatro homicidios que tuvieron efecto en ocasión del incendio.

La novedad más significativa es que las dos muchachas, actualmente ya en libertad provisional, presumiblemente no volverán a ingresar en prisión, al mismo tiempo que Luis Muñoz puede esperar ser puesto en libertad de forma inmediata, ya que permanece en prisión provisional desde hace casi tres años.

No obstante, es de recordar la firmeza de la sección tercera de la Audiencia de Barcelona, que juzga el caso. En efecto, fuentes judiciales destacaron esta firmeza con relación al presidente de la sala y al ponente. Los magistrados Alfonso Hernández y Javier O'Callaghan, respectivamente.

Esta modificación en sus peticiones por parte del fiscal era previsible, como ya apuntábamos en anteriores informaciones. La función del fiscal la desempeñó con una corrección extrema, que incluso fue destacada por la defensa, Alejandro del Toro, de conocidas convicciones liberales y profesor de la facultad de Derecho de Barcelona.

Hoy tendrá efecto la cuarta jornada del proceso Scala. En su transcurso, la defensa elevará a definitivas sus conclusiones provisionales, modificándolas o no.

A continuacíón, el ministerio fiscal y los cinco defensores leerán sus informes, tras lo cual el caso puede quedar, a primeras horas de la noche de hoy, visto para sentencia.

La sesión de ayer

A las nueve y media de la noche de ayer se suspendió la tercera sesión del juicio Scala, a petición del ministerio fiscal, el cual, presumiblemente, modificará sus conclusiones provisionales para establecer otras definitivas en las que puede rebajar la pena solicitada contra las dos chicas procesadas y, posteriormente también las penas requeridas contra el procesado Luis Muñoz.La sesión de ayer estuvo dedicada a la prueba pericial. Se inició a las cinco menos cuarto. En primer lugar, declaró un grupo de seis arquitectos e ingenieros, que trataron de evaIuar los daños producidos en el edificio y en el solar del Scala.

A continuación, declararon dos médicos. Uno de ellos, forense, detalló las lesiones que presentaba el procesado José Cuevas cuando este compareció, conducido por la policía, ante el juez de guardia. También se refirió a las lesiones que presentaba la compañera de éste, y también procesada, Rosa María López.

El ministerio fiscal preguntó al forense si las lesiones que éste pudo comprobar eran «especialmente crueles». A lo cual el forense contestó, desde el punto de vista médico, que esa apreciación es muy difícil.

Los dos peritos que declararon a continuación fueron el jefe de los bomberos municipales de Barcelona y el jefe de los bomberos de la Diputación. Los abogados de la defensa les preguntaron repetidamente acerca de las condiciones de seguridad que existían en la sala de fiestas en el momento en que se produjo el incendio. Este interrogatorio fue particularmente largo y poco esclarecedor.

Los responsables de los mencionados cuerpos de bomberos también fueron preguntados por el fiscal acerca de si existía alguna otra hipótesis del incendio diferente a la apuntada en el auto de procesamiento y en las conclusiones provisionales del fiscal. Los peritos respondieron que «no podríamos saber la causa si no hubiese esta hipótesis». También manifestaron que, en todo caso, el incendio, en su opinión, era debido a «una causa anormal».

Los últimos peritos en declarar fueron dos químicos, quienes fueron ampliamente preguntados sobre la composición de los cócteles molotov. Los presuntamente utilizados en el incendio del Scala contendrían «gasolina, clorato potásico y ácido sulfúrico».

Una vez más, la nota más destacable del día de ayer fue la moderación del ministerio fiscal, quien interrogó a los peritos únicamente en puntos decisivos y directamente relacionados con los ejes centrales de la causa. En cambio, la defensa llevó a cabo largos interrogatorios, cuya finalidad en muchos casos es de difícil concreción.

La defensa formuló unánimente una protesta por el hecho de que los seis primeros peritos declararan de forma conjunta.

Coincidencias

En algunos momentos parecía que existía una mayor coincidencia en los criterios procesales entre el ministerio fiscal y la defensa, que no entre cualquiera de las partes y la presidencia de la sala. En efecto, una indicación del fiscal en el sentido de buscar «una fórmula» que respondiera a una solicitud procesal de la defensa fue interrumpida por la presidencia de la sala, quien, de forma tajante, dijo: «Aquí, de soluciones, nada».