Xavier Cugat,
el infatigable, al borde de los ochenta años -le falta menos de uno para alcanzarlos-, recuperado de sus pleitos jurídicos con el casino de Ibiza y de sus pleitos con su propio corazón, pues fue internado el pasado mes de septiembre por insuficiencia coronaria, sigue en la brecha, como muestra la fotografía, que fue tomada en la noche del viernes al sábado en la discoteca Studio Ono, de Barcelona, mientras dirigía la orquesta. Hacía más de treinta años que Cugat no actuaba en la Ciudad Condal.
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