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El PC portugués retirará a su candidato de las elecciones presidenciales

El partido comunista portugués se prepara a retirar su candidato a la Presidencia y a llamar a su electorado a votar en favor del actual presidente, Eanes.La decisión oficial deberá ser tomada por el comité central, que se reúne al inicio de la próxima semana, pero las más recientes declaraciones del candidato comunista, Carlos Brito, no dejan lugar a dudas. Brito estima que su intervención tuvo el papel que le fuera atribuido, elucidando el electorado comunista sobre las razones por las que tendrá que votar, por un candidato que no es el suyo.

La tesis del entendimiento secreto entre el actual presidente, Eanes, y el partido comunista es el tema dominante de la campaña electoral de los partidos de la coalición de centro derecha a favor de su candidato, Soares Carneiro. La protesta enérgica de la comisión de apoyo a la reelección de Eanes ha obligado a Carlos Macedo, dirigente socialdemócrata, a volver atrás sobre sus declaraciones del lunes en Bragança, en que daba por cierto un acuerdo entre Eanes y Cunhal, con pormenores que iban hasta especificar el «precio» prometido por el jefe del Estado a cambio de los votos comunistas: estado actual en la zona de la reforma agraria y presencia de miembros del PC en lugares destacados del aparato del Estado. Otro argumento es avanzado ahora en el mismo sentido: Alianza Democrática acusa al PC de servir de «apoyo logístico» a la campaña electoral de Eanes. La intención evidente es influir en una parte del electorado socialista, eventualmente desorientado por la actitud de Mario Soares.

La acogida dispensada a Eanes desde el inicio de la semana, en el noreste y el norte de Portugal, en zonas rurales tradicionalmente conservadoras, ha sorprendido visiblemente y preocupado a los partidos del Gobierno, a pesar de la nítida ventaja organizativa y material de que dispone su candidato.

En el resto del país, e incluso en la capital, la campaña se caracteriza por una relativa frialdad y una cierta desorganización, que afecta sobre todo a las candidaturas «secundarias». Fuera de los «dos grandes», únicamente Otelo Saraiva de Carvalho consigue despertar un cierto entusiasmo, aunque la campaña del «capitán de abril» no sea también más que una sombra de lo que fue hace cuatro años.

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