Se acentúan los desacuerdos en la "cumbre" árabe

La Liga Arabe ha decidido mantener la cumbre de los países miembros de esa organización, prevista para el martes próximo en Amman, declaró ayer su secretario general, Chedli Klibi. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Abdelhalim Khaddam, ha manifestado que su país y el resto del Frente de la Firmeza, integrado por Argelia, Libia, Yemen del Sur y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), se oponen a la celebración de ese encuentro en la capital jordana y desean su aplazamiento.En las últimas veinticuatro horas la capital de Jordania ha sido el marco de agudas discusiones entre moderados y progresistas del mundo árabe, en torno a la oportunidad de mantener a todo trance la cumbre, incluso si la misma tiene muchas posibilidades de profundizar las divisiones de los miembros de la Liga. Irak, apoyado por Jordania, Arabia Saudí y otros países del ala moderada insisten en que la cumbre debe celebrarse, mientras que Damasco y Trípoli, apoyados implícitamente por otros paises progresistas, consideran que el estado actual en que se encuentra el mundo árabe y con el impacto que en éste tiene el conflicto irano-iraquí piensan que esa reunión debe ser aplazada.

La conferencia ministerial preparatoria de la cumbre concluyó ayer sus deliberaciones con una declaración de Chedli Klibi en la que éste expresó el deseo de «ver la solidaridad árabe triunfar de todas las vicisitudes y problemas marginales».

La prudencia de esa declaración revela la insatisfacción de los partidarios de la cumbre, que habrían fracasado en sus intenciones de convencer a Siria para que renuncie a boicotear la conferencia.

El boicoteo oficial de Siria, anunciado por el jefe de su diplomacia, Abdelhalim Khaddam, crea una disyuntiva difícil al resto de los países del Frente de la Firmeza, entre los que se encuentra Argelia, que anoche aún no había hecho pública su postura.