"Ofreceré a Suárez mi amistad cuando caiga, que caerá"

Las memorias de Alfonso Osorio -Trayectoria política de un ministro de la Corona es el título del libro editado por Planeta- fueron presentadas, el miércoles, en Barcelona, y ayer, en Madrid. En este último acto, el autor y el editor, José Manuel Lara hijo, negaron todo carácter de afirmación democristiana a la presencia de Fernando Alvarez de Miranda, José Luis Ruiz Navarro, Eduardo Carriles y otros asistentes de esta ideología.

Osorio aseguré no estar «en ninguna operación» contra Adolfo Suárez («que se montan desde el poder», dijo), aunque reiteró su discrepancia con la estrategia de disputar a los socialistas su espacio político. «Ofreceré a Suárez mi amistad cuando caiga, que caerá»,aseguró.Alonso Osorio negó que en ningún momento de su presencia en el Gobierno -como vicepresidente del primer Gabinete Suárez, de julio de 1976 a julio de 1977, tras haber sido ministro de la Presidencia en el Gobierno Arias- hubiera sido valido de Suárez, «entre otras cosas, porque Suárez no es rey». Aseguró que, por el contrario, «Suárez se valió de mí». Sin embargo, rechazó haber tenido ninguna intervención en el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente, en lugar de José María de Areilza. Dijo de éste -que se sentaba a su derecha y había hecho elogios sobre el papel decisivo de Osorio en la transición- que contaba con demasiados rechazos en las instituciones franquistas y que políticamente iba por delante de aquel tiempo.

Frustración democristiana

Vicente Palacio Attard destacó el rigor del libro de Osorio y su valor histórico por los documentos probatorios que aporta. Fernando Alvarez de Miranda resaltó el interés de la parte del libro que relata la formación de Unión de Centro Democrático (UCD) y la gran frustración que significó para la democracia cristiana en España. Osorio recordó que algunos de los partidos que se integraron en UCD eran «simplemente una tertulia», como se demostró a la hora de buscar interventores para las elecciones.José Luis Ruiz Navarro (como Alvarez de Miranda, diputado centrista) elogió encendidamente a Osorio y destacó su cualidad de «hombre de equipo». En un momento del acto arrojó sobre la mesa una pregunta retórica cuyo destinatario parecía ser Suárez, aunque Ruiz Navarro no quiso concretarlo: «¿No sería bueno que alguien se retirara a su soledad para escribir sus memorias?»

Entre las revelaciones que se hacen en su libro, Osorio citó un documento de la Guardia Civil favorable a la devolución al País Vasco de los conciertos económicos y a la autorización de la ikurriña. Interesa que se publiquen estas cosas», dijo, «para que se vea que la Guardia Civil no es un cuerpo reaccionario, sino que tiene cabeza y sabe pensar».

A juzgar por las palabras de Osorio, Ios políticos que salen peor parados en su libro son sus sucesores como vicepresidentes, Enrique Fuentes Quintana («ofrezco un documento en el que dice cosas distintas a las que luego dijo en los periódicos») y Fernando Abril. De Carlos Arias afirmó que era «la imagen viva de una tragedia personal». De Suárez dije que se proclama «más juancarlista que monárquico». Recordó que ante la reforma sindical la posición de José Solís fue más progresista que la de Rodolfo Martín Villa. Sobre su propio pasado franquista, Osorio afirmó: «Yo tuve tantos cargos de responsabilidad en el régimen de Franco como Fernández Ordóñez».