Sereno olímpico
El deporte español había hecho propósito de proteger a los atletas de elite, a fin de que la buena actuación de Moscú tuviera una mejor cota en Los Angeles. El deporte español, hasta la fecha, no ha ofrecido a los deportistas amateurs ninguna compensación que no haya sido transitoria. La ayuda que se presta en otros países, más práctica para el futuro y menos costosa momentáneamente, es práctica que aquí todavía no se ha planteado seriamente.El pasado lunes, en la cena que la agencia Efe dedicó a Juan Antonio Samaranch, se planteó la posibilidad de ayudar a Susana, Mendizábal para que pueda competir en Los Angeles, puesto que su disciplina ya es olímpica. El propio ministro de Cultura entró directamente en el tema y se estableció un mínimo compromiso para resolver esta cuestión.
Hace un par de meses, en Alicante, se homenajeó a Domingo Ramón, cuarto en la final olímpica de los 3.000 metros obstáculos y una de las grandes esperanzas para dentro de cuatro años. Domingo necesitaba un trabajo estable que le permitiera entrenarse adecuadamente. En la euforia del homenaje, el propio presidente de la Diputación alicantina anunció que Domingo tendría un trabajo. Y efectivamente la Diputación ha cumplido su compromiso verbal. Domingo Ramón ya puede ser sereno de la Diputación, de once de la noche a siete de la mañana. Este es justamente el trabajo que no se puede ofrecer a un atleta, porque es acabar con él. Veremos qué ofrecen a Susana.