Pérez-Llorca regresa de París sin un compromiso contra ETA
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, que regresará hoy a Madrid, se entrevistó ayer con su homólogo galo, Jean François Poncet, y con el primer ministro francés, Raymond Barre. El resultado aparente de estas conversaciones, sobre el tema vasco esencialmente, revela un Inmovilismo total tanto por el lado del Gobierno español como por el francés.Como ocurre desde hace varios años, cuando otros responsables hispanos de Asuntos Exteriores dialogaron con los franceses a propósito de la colaboración entre ambos países frente al terrorismo practicado por ETA, cada una de las partes se refugia en su postura: Madrid afirma que la falta de firmeza por parte de la policía francesa favorece sustancialmente a los etarras residentes en Euskadi Norte, en donde preparan, según las autoridades españolas, sus actuaciones en el Sur. París, por su lado, entiende únicamente como problema español el caso creado por la situación de Euskadi Sur. Resultado: el diálogo de sordos que, todo hace pensarlo, se repitió ayer en las conversaciones franco-españolas de la capital del Sena.
Pérez-Llorca reunió a los corresponsales españoles en la embajada y afirmó ante ellos que sus interlocutores franceses se han manifestado «comprensivos y sensibles» a sus peticiones. Y que la colaboración policial Madrid-París se encuentra «en vías de progreso». El ministro fue interrogado con precisión sobre las razones que pudiesen avalar esa colaboración. Pero, a su entender, «la espectacularidad está reñida con la eficacia en este género de cuestiones». Y ello le permite pensar que «la cooperación se profundizará».
Las detenciones recientes de algunos vascos en Francia, la más destacada la de Juan José Etxabe el mismo día de la llegada de Pérez Llorca a París, no constituyen, para muchos observadores, un síntoma de que la conducta del Gobierno galo se haya invertido definitivamente en cuanto a la colaboración frente al terrorismo.
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Ninguna mención al propósito de modificar el tratado de extradición con Francia
Viene de primera página
Una prueba de los escasos resultados de esta visita la constituye el hecho de que ni una ni otra parte haya mencionado, en sus encuentros con los periodistas. acuerdo alguno sobre la modificación del tratado de extradición suscrito por ambos países en el siglo pasado y que España desea modificar.
Pérez-Llorca insistió en que ante los responsables galos se había manifestado claramente sobre el punto de vista español, de igual manera que anotó su convicción personal de que «los franceses entienden los problemas que tiene planteados España y manifiestan una voluntad de cooperación para que se resuelvan».
Algunos comentaristas se manifestaron ayer prudentes, como lo han hecho otras veces en iguales circunstancias; algunas fuentes vascas consultadas en la capital francesa se dijeron desconfiadas, como siempre, cuando Madrid interviene ante París, pero predican la catástrofe en caso de que el Gobierno francés acentúe el control en Euskadi Norte. A pesar de ello, Pérez-Llorca mantiene su optimismo, aunque la discreción sobre las razones le parece de rigor.
El agravamiento dramático de la situación en el País Vasco español preocupa en Francia, pero a partir de esquemas que no coinciden con el análisis que exponen las autoridades y la Prensa españolas. La estrategia del autonomismo, que ha caracterizado la democratización en España, siempre se ha mirado aquí de reojo. Por otra parte, el caso vasco español hace más conflictivo el cado Comón, la situación internacional, la Conferencia de mismo contexto.
. Esto hace que los franceses se encierren en su legalidad, que puede no convenir a la gravedad creciente del particular problema vasco español. La situación preelectoral, por añadidura, no favorece actitudes complacientes por parte de París. Sólo «la lucha internacional contra el terrorismo» pudiera fundamentar el optimismo manifestado por Pérez-Llorca.
La adhesión española al Mercado Común, la situación internacional, la Conferencia de Madrid, «el terrorismo como mal de nuestro tiempo», fueron también estudiados por el ministro y sus interlocutores. Antes de regresar a Madrid, hoy visitará la Casa de España y el Salón de la Alimentación.
Respecto a los temas de política multilateral han ocupado relevancia en las conversaciones la evolución de la Conferencia de Madrid y la función de España en el Consejo de Seguridad de la ONU. La incorporación a la CEE ha sido abordada de una manera marginal, ya que recientemente estuvo en París el ministro español para las Relaciones con las Comunidades Europeas, Eduardo Punset.
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