El Palacio de los Deportes es utilizado como gimnasio por más de 4.000 personas al mes

El Palacio de los Deportes es en la actualidad un inmenso gimnasio en el que, a lo largo de un mes, 3.200 niños en edad escolar, pertenecientes a trece colegios; cuarenta niños de tres años, 35 ancianos y unos 750 adultos realizan gratuitamente tablas de gimnasia, utilizan aparatos deportivos o hacen ejercicios psicomotrices o de rehabilitación, según los casos. A pesar de los problemas crecientes que tienen los organizadores, el Palacio es todavía el único sitio en Madrid en el que, desde un organismo oficial, se intenta llevar a la práctica la política del deporte para todos.

Desde las 8.30 hasta las 21.30, cientos de niños vestidos con chándal, adultos o ancianos acuden al Palacio de los Deportes, situado en la avenida de Felipe II, con el objetivo de hacer gimnasia gracias a la ayuda del Consejo Superior de Deportes, que hace tres años decidió crear un centro de educación física y promoción deportiva.La idea era utilizar un recinto que permanecía la mayor parte del año cerrado para dar clases de gimnasia de forma gratuita, en especial a los alumnos de centros estatales que no contaran con instalaciones deportivas.

Sin embargo, algunos de los centros inscritos, como el Ortega y Gasset, tuvieron que darse con el tiempo de baja, ya que no se subvencionaba el transporte hasta el palacio. En la actualidad, trece colegios mandan, durante las horas lectivas, a los alumnos de preescolar, EGB y BUP para utilizar las instalaciones deportivas del palacio.

Cada alumno viene a recibir una clase semanal, que no le cuenta a la hora de que se le evalúe la asignatura en su colegio. «Es una actividad extraescolar y no un sistema para que los colegios prescindan de profesores de gimnasia. Lo que se consigue con estas clases, dadas por profesores del Consejo Superior de Deportes, es que los profesores de los centros no se vean desbordados por el número de alumnos y puedan además dedicarse a la preparación de otros deportes» manifestó Alfonso Barea, director del centro.

Además de los niños en edad escolar, se dan clases a niños de tres años que, acompañados por sus madres, hacen ejercicios psicomotrices. Asimismo, unos 35 ancianos, en su mayoría mujeres viudas, hacen ejercicios correctores y para no perder la movilidad, y unos 750 adultos, entre los que hay numerosas amas de casa, reciben a diario clases de gimnasia.

«Si hubiera más profesores se podrían atender las peticiones de otros colegios y personas».

Frente a estos proyectos, la realidad parece muy distinta. Este año, la plantilla de nueve profesores se ha visto reducida a cuatro, por lo que hay clases de 140 niños con un solo profesor.