El Tribunal Supremo polaco legaliza al sindicato libre sin modificar sus estatutos
El Tribunal Supremo de Polonia aprobó ayer, a primera hora de la tarde, los estatutos del sindicato independiente Solidaridad, dando satisfacción a la principal reivindicación obrera y provocando la anulación de la huelga general, prevista para el 12 de este mes. El veredicto del Tribunal Supremo reconoce que el tribunal administrativo que legalizó el 24 de octubre a Solidaridad, añadiendo a sus estatutos una referencia sobre el papel dirigente del partido comunista (POUP) y las alianzas internacionales concluidas por Polonia (Pacto de Varsovia y Comecon), y suprimiendo dos artículos sobre el ejercicio del derecho de huelga, sobrepasó sus poderes.
Sobre estos tres puntos de discrepancia, que enfrentaban al Gobierno con los sindicatos independientes, los jueces del Tribunal Supremo propusieron un compromiso basado en gran parte en las su gerencias de Solidaridad.A propósito del primer y segundo punto de discrepancia, el primer artículo del acuerdo de Gdansk, que menciona el papel dirigent del POUP y las alianzas de Poluina ha sido introducido en anejo. En cuanto al ejercicio del derecho d huelga, Solidaridad se ha comprometido a modificar sus estatutos si éstos no coincidiesen con la nueva ley sobre organizaciones sindicale que la Dieta (Parlamento) se dis pone a votar.
La audiencia del Tribunal Su premo duró aproximadamente una hora, y el ambiente que reinó en la sala fue calificado por los testigos de «conciliador». Según se supo de fuentes informadas, el clomingo, representantes gubernamentales y sindicales se entrevistaron en secreto para preparar el compromiso al que se llegó ayer.
Miles de simpatizantes y militantes del sindicato independiente se concentraron ayer ante la sede del Tribunal Supremo con pancartas y ramos de flores para enterarse del fallo, y aplaudieron al líder obrero Lech Walesa y a la delegación sindical a su salida de la audiencia.
Al tiempo que la muchedumbre reunida en la calle daba las gracias a gritos al dirigente sindical y los empleados del tribunal monopolizaban los teléfonos para anunciar la buena nueva a sus familiares, Lech Walesa, que no lograba disimular su alegría y su emoción, se dirigió a los militantes para anunciarles la decisión histórica del Tribunal Supremo: «Hemos obtenido todo lo que queríamos. Ahora hay que ponerse de nuevo a trabajar».
Los miembros de la comisión nacional de coordinación (órgano ejecutivo) de Solidaridad se dirigieron a continuación al palacio arzobispal, donde les recibió en audiencia el cardenal Stefan Wyszynski, primado de Polonia.
A continuación se desarrolló una conferencia de Prensa en una fábrica de la periferia de Varsovia, en la que el sindicato confirmó oficialmente que anulaba la convocatoria de la huelga general, prevista para mañana, miércoles.
Dos pequeños focos de tensión subsistían ayer aún en Polonia. Un centenar de empleados de los hospitales y dispensarios ocupaban desde el viernes la sede del Gobierno Civil de Gdansk para protestar contra el rechazo por el Gobierno de sus reivindicaciones salariales. Por los mismos motivos, unos cincuenta obreros de una fábrica azucarera ocupaban la casa de la cultura de la pequeña localidad de Pruszcz.
Reacciones
Edwin Meese, director del equipo de transición del presidente electo Ronald Reagan, declaró el domingo que «Estados Unidos no permanecerá de brazos cruzados» si la URSS interviniese en Polonia. Meese, que hizo esta declaración en una entrevista concedida a la televisión, precisó que «Estados Unidos decidiría su línea de acción tras mantener estrechas consultas con sus aliados».
Por su parte, la agencia soviética de noticias Tass señaló ayer que Polonia está en condiciones de resolver sus problemas internos «sin injerencias externas por parte de ningún Gobierno extranjero».
Con anterioridad, el órgano del PC soviético, Pravda, aseguró que cada «huelga e infracción al desarrollo normal del trabajo» contribuía a incrementar la tensión en Polonia y retrasaba la realización de los objetivos económicos. Pravda confirmó también, en su edición de ayer, el desarrollo en Polonia de maniobras militares conjuntas soviético-polacas.
Lech Walesa, líder del sindicato Solidaridad, no cree que se llegue a producir una intervención militar soviética en Polonia. En una entrevista publicada ayer por el semanario germano occidental Stern, Walesa, tras descartar la intervención, añade: «Estamos, sin embargo, dispuestos a hacer frente a esta eventualidad».
«No se trata, por ahora, de transformar a Solidaridad en un partido político», prosigue Walesa, que no descarta, sin embargo, que esto llegue a producirse «si acontecimientos en los que no hemos pensado ocurriesen»
Interrogado sobre su porvenir personal, Walesa indica que ha deseado siempre ocupar otras funciones que las que asume actualmente.
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