Dura reacción de "Le Monde" contra la querella del ministro francés de Justicia

El ministro francés de Justicia, Alain Peyrefitte, ha demandado al diario independiente Le Monde por considerar que en varios artículos publicados durante los últimos años, ha desacreditado a la justicia. Le Monde replicó ayer vigorosamente y reveló que, en una carta del último mes de junio, el ministro intentó el chantaje con propósitos que el diario resume así: «Cállense ustedes o, en caso contrario, les persigo».

Peyrefitte ya se había querellado contra Le Monde, en mayo pasado, a causa de una réplica que el diario consideró «ultrajante» y que no publicó. Los tribunales entonces se pronunciaron en favor de Le Monde y el ministro no recurrió. En esta ocasión, Peyrefitte denuncia el contenido de cinco artículos que desacreditan «la autoridad y la independencia de la justicia». El primero de ellos apareció en 1977; el segundo, en 1978, y los tres últimos, a lo largo del presente año. Tres de ellos están firmados por Philippe Boucher y dos, sin firma, son editoriales del director Jacques Fauvet. Según el artículo del Código Penal francés, que contempla las faltas incriminadas, los encausados pueden ser castigados con penas de cárcel que van de uno a seis meses, y con multas que oscilan entre quinientos y 30.000 francos (medio millón de pesetas).En los artículos de Le Monde se criticó el proyecto de ley sobre seguridad y libertad, actualmente discutido por el Senado y valorado por la mayoría de los observadores como un atentado serio a las libertades individuales. Otro escrito abordaba la «extradición política» y dos de ellos hacían referencia a los «diamantes de Bokassa».

Le Monde, en un editorial de ayer, se opone a la decisión de un «ministro que nos persigue, pero que se equivoca». A la vista de la antigüedad de algunos de los artículos, Le Monde estima que « la intención es clara: es política y viene de lejos o de lo alto», y considera que el ministro de Justicia quiere «hacerse justicia a sí mismo escudándose tras los magistrados». El periódico afirma que, a pesar de la persecución de que es objeto, «no se callará».

Toda la Prensa de París ayer protestaba contra lo que estima como «un ajuste de cuentas» del poder político contra Le Monde, el diario francés más influyente en su país y en el extranjero y el más molesto para las clases dirigentes.