España y Francia acuerdan intercambiar información sobre la situación de su agricultura

El desbloqueo de las conversaciones agrícolas entre España y la Comunidad podría producirse en breve plazo, aunque ello no implicará necesariamente avances en las negociaciones sobre este tema concreto, que ha sido hasta el momento el más conflictivo. Esta es la impresión que domina en estos momentos en medios relacionados con la negociación hispano-comunitaria.

El pasado jueves, los titulares de Agricultura, Lamo de Espinosa, y de Relaciones con la CEE, Punset, mantuvieron una larga sesión de trabajo en la que analizaron la situación.El desbloqueo de estas «conversaciones» -que no negociaciones- se habría producido como consecuencia de la visita que Punset realizó a París hace unas semanas, a consecuencia de la cual se convino por ambas partes crear una serie de grupos de trabajo bilaterales para ir intercambiando información sobre la situación agrícola en ambos países. Hasta ahora -según medios oficiales españoles- uno de los problemas con los que tropiezan las relaciones hispano-francesas, que tienen en el tema agrícola el principal escollo para que España pueda avanzar en su proceso negociador con la CEE, es, al parecer, y según dichos medios, la falta de información reciproca sobre la situación de cada uno de los dos sectores agrarios.

Progresar en el resto

El deseo, por parte española, parece ser subsanar lo más rápidamente posible esta «falta recíproca de información», y hacerlo antes de que finalice el año. Y, mientras tanto, continuar, a ritmo mensual, las negociaciones en los restantes temas involucrados en el proceso negociador, entre los que destaca, por su gran incidencia, la implantación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en nuestro país. A juicio de expertos de la Administración española, éste puede ser, junto al tema agrario, uno de los dos puntos más conflictivos del proceso de adhesión española a la CEE.Este conjunto de negociaciones debería estar concluido, a juicio de los responsables españoles, en el mes de junio del año próximo, fecha en la que probablemente esté concluido ya el estudio interno de la CEE sobre sus problemas agrícolas, aunque este estudio deberá ser posteriormente analizado y reformado en su caso por los países miembros y es probable que hasta finales de año no está en condiciones de ser aprobado definitivamente.

En opinión de los responsables españoles de la negociación, una vez concluido este documento de la CEE se debería negociar el tramo final del acuerdo agrícola entre España y la CEE, que podría estar finalizado para la primavera del año 1982.

Preparar a la agricultura

Entre tanto, los responsables de la política agrícola en nuestro país y los responsables de la negociación parecen haber llegado a un acuerdo tendente a acelerar el tránsito del sector agrario hacia la Comunidad. La reunión de Lamo de Espinosa y Punset tuvo como objeto principal establecer las líneas básicas de la estrategia negociadora en este apartado y de preparación interna de la agricultura española para las adaptaciones que la integración en la CEE va a requerir, informa Efe.El comunicado oficial al término de la reunión pone de relieve que se ha llegado a una serie de conclusiones:

1. Por problemas internos de la Comunidad, la negociación del paquete agrícola no puede abordarse en profundidad en estos momentos.

2. La anterior situación no hipoteca que se dé un serio avance en la identificación de problemas para la Comunidad y para España en el proceso de acoplamiento entre la agricultura española y la Europa verde comunitaria.

3. La problemática agrícola de la adhesión hace imprescindible que la Comunidad y España traten de objetivar los problemas y precisar la magnitud de los mismos, habida cuenta de que, en muchos casos estudiados, no existe correlación en cómo se presentan y cómo son en realidad.

4. La actividad negociadora con la CEE y las acciones de política agraria interior de cara a la adhesión son dos procesos indisociables y que deben ser armónicamente sintonizados.

Los dos ministros han convenido un programa de trabajo que se iniciará en los próximos días. Dicho programa aborda, entre otros. los temas siguientes:

- Inventarlo de normas que regulen la actividad agraria que deben ser modificadas de cara a la adhesión.

- Inicio de la redacción de los textos que sustituirán a la normativa actual.

- Traducción de la totalidad del derecho derivado agrícola comunitario.

- Reforzamiento de la labor de formación y preparación de funcionarios en temas comunitarios a través, principalmente, de cursos y seminarios, estancias periódicas de funcionarios en Bruselas e intensificación de cooperación administrativa europea.

Se trataron también algunos aspectos relacionados con temas generales sectoriales (calendario, reforma administrativa, autonomías) y temas concretos (sector ovino, pesca, lácteos y discriminación europea frente a suministradores europeos en sector hortofrutícola).

El futuro del aceite de oliva

La integración de España en la Comunidad Económica Europea acarreará, con toda probabilidad, la imposición de una tasa sobre las importaciones de aceite de soja, ya que la CEE tendrá que adaptar su política agraria para incluir a un gran productor de aceite de oliva, según se afirma en medios relacionados con el mercado de cereales y semillas oleaginosas de Rotterdam.Los ingresos obtenidos con este tributo se destinarán a garantizar la financiación de una política que incluya al aceite de oliva español sin olvidar -añaden estas fuentes- que tanto Grecia como Portugal, candidatos asimismo al ingreso en la Comunidad, son también productores de aceite. Las estimaciones realizadas por el Consejo Oleícola Internacional (COI) señalaban que en los períodos 1974/ 1975 a 1977/1978, la Comunidad de los nueve tenía un grado de autoabastecimiento del 88,7% en cuanto se refiere al aceite de oliva.