Dos de los heridos en los últimos atentados continúan en estado muy grave
Dos de los heridos en los atentados de los últimos siete días en Guipúzcoa continúan en estado «muy grave», según los partes médicos difundidos ayer. Se trata del guardia civil Nicolás Martín, que presenta heridas por arma de fuego en el hemitórax izquierdo, lóbulo superior izquierdo, fosa ilíaca derecha, perineo y mano y pierna derechas, con diversas fracturas, a consecuencia de los impactos que le alcanzaron en el bar Aizea, de Zarauz, y el obrero metalúrgico Enrique Aguirre, tiroteado el viernes en el taller donde presta sus servicios en Rentería, que sufre heridas graves en el estómago, hígado y diafragma.
En cuanto al resto de los heridos, el pescador Basilio Elola, afiliado al Partido Nacionalista Vasco, ha sido sometido a una operación quirúrgica para extraerle el proyectil que tenía alojado en la espalda.En el mismo centro permanecen internados Izaskun Garmendia e Ismael Aguirre. La primera sufre heridas por arma de fuego en pierna y rodilla derechas, antebrazo derecho, región glútea y región suborbitaria, y su estado ha sido calificado de grave. El segundo presenta heridas por proyectiles en el brazo, antebrazo, rodilla y pie izquierdos, y en el muslo derecho. A ambos se les sometió ayer a intervenciones quirúrgicas.
Por último, el camarero Antonio Izquierdo tiene alojado un proyectil en el cuello, aunque, milagrosamente, no interesa órgano vital alguno ni afecta al paquete vascular.
Por otra parte, en la iglesia parroquial de Santa María la Real, de Zarauz, completamente abarrotada, se celebró el funeral de Miguel Lasa, muerto el martes a consecuencia de las heridas que sufrió en el ametrallamiento del bar Aizea. Al oficio religioso, que se desarrolló íntegramente en eusquera, asistieron el diputado general de Guipúzcoa, Xabier Aizarna, la esposa del presidente del Gobierno vasco, Sagrario Mina; el alcalde de Zarauz, Imanol Murúa; la mayoría de los corporativos de esta localidad, los alcaldes de Orio y Zumaya, ambos nacionalistas, y Gonzalo Quiroga, de la ejecutiva provincial de UCD. Finalizada la ceremonia religiosa, el cadáver de Miguel Lasa fue inhumado en el cementerio de Zarauz.
Sepelio de los cuatro guardias civiles
Los cuatro guardias civiles de Tráfico asesinados el pasado lunes en Zarauz fueron enterrados en sus localidades de origen a lo largo del día de ayer. En el cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, de Madrid, fueron inhumados los restos mortales del cabo primero Arturo López Hernández. Previamente se ofició un funeral en la capilla del Hospital Militar Gómez Ulla, al que asistieron, además de los familiares, el jefe del Estado Mayor del Ejército, el director de la Guardia Civil, el director de Seguridad del Estado y 'otros mandos civiles y militares.El cabo Angel Retamar fue enterrado en el cementerio de Collanzo, en la cuenca asturiana del río Aller. La familia del guardia civil solicitó de las autoridades el respeto de la intimidad de su domicilio, donde había sido instalada la capilla ardiente. Al funeral previo asistieron los gobernadores civil y militar de la provincia y los vicepresidentes del Consejo Regional y de la Diputación.
Los restos mortales de Julián Castillejo Pérez fueron enterrados en el cementerio de Alcalá de Henares (Madrid), tras un funeral presidido por el subsecretario del Ministerio del Interior, el director general de la Guardia Civil y el gobernador civil de Madrid.
Finalmente, Modesto García Lorenzo fue enterrado en Puebla de Sanabria, Zamora), y a su funeral asistieron el capitán general de la sexta zona y los gobernadores civil y militar de Zamora.
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