La banca oficial ha tomado del mercado este año unos 75.000 millones de pesetas

«La economía española va a necesitar en el futuro grandes volúmenes de recursos financieros para financiar la inversión a medio y largo plazo, y en esa tarea deben participar tanto el sector público como el privado», dijo ayer Rafael Bermejo, presidente del Instituto de Crédito Oficial, al presentar a los medios de información la emisión de bonos del Instituto que, por importe de 5.000 millones de pesetas, a un tipo de interés del 13%, con una desgravación del 20% y un plazo de amortización de tres años, será puesta en circulación a partir del próximo día 6 de noviembre.

Esta es la primera emisión que el ICO lanza al sector privado en el mercado interior y es la primera vez que un organismo autónomo del Estado sale al mercado.Según el señor Bermejo, el volumen de emisiones del crédito oficial va a reducir progresivamente la aportación de fondos que el ICO recibe del Tesoro. De hecho, ya este año la apelación del ICO y de sus bancos al mercado alcanzará la cifra de 75.000 millones de pesetas, agudizando una tendencia que se inició en 1978 con la captación de 18.000 millones de pesetas y continuada en 1979 con 67.000 millones de pesetas. Este volumen de financiación obtenida directamente del mercado se ha tomado tanto de emisiones realizadas entre el ahorro privado interior como de financiación internacional y de los diversos conciertos con entidades de crédito para la obtención de recursos a medio y largo plazo.

«Estamos en un proceso de liberalización creciente y hemos desalir cada vez más al mercado», manifestó el señor Bermejo. Una de las consecuencias para el crédito oficial en esta línea de menor dependencia de los flujos de financiación pública es la reducción del nivel de subvención implícita en los tipos de interés de las cédulas para inversiones, que ya han sido elevados del 4% al 6,75%, y que en el futuro se espera que aumenten de coste. A juicio del señor Bermejo, «el mecanismo de las cédulas tendrá que seguir coexistiendo con la captación de recursos del mercado, aunque se irá a una progresiva sustitución de éstas por financiación bancaria, camino ya iniciado con la apertura de la banca a la financiación de exportaciones».

Parece lógico -señaló- que, en la medida en que la banca esté realizando financiación a medio y largo plazo, exista la posibilidad de que las cédulas sean sustituidas progresivamente por otras modalidades de financiación. En estos momentos estaría en estudio la entrada de la banca en la financiación de las inversiones de carácter energético, que en los próximos años van a exigir cuantías de recursos muy importantes.

La emisión de los 5.000 millones de pesetas será destinada a facilitar recursos, a través de las entidades oficiales de crédito, al sector privado.

Aunque esta cifra no tiene un carácter finalista, incrementará las disponibilidades de crédito de los bancos oficiales con destino a la financiación de inversiones. Actualmente el plazo medio de amortización de los créditos concedidos por la banca oficial oscila entre los tres años de algunas inversiones industriales hasta plazos del orden de los quince años para la adquisición de viviendas. El plazo medio de los créditos concedidos durante el pasado año fue de 10,1 años, plazo bastante dilatado para la estabilidad de los fondos que recibe el Instituto.

La creciente toma de fondos de la banca oficial del mercado continuará en los próximos años. De hecho, para el año próximo existe una previsión -pendiente de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, en los que se fijarán las aportaciones del Tesoro de forma definitiva- de suscripción de empréstitos en los mercados exteriores por un importe aproximado a los quinientos millones de dólares (unos 35.000 millones de pesetas).