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Comisión Constitucional

El Estatuto gallego, modificado ayer, será sometido a referéndum el 21 de diciembre

La autonomía gallega quedó desbloqueada ayer al aprobar por unanimidad, la Comisión Constitucional del Congreso y una delegación de la Asamblea de Parlamentarios de Galicia, la modificación del Estatuto en los términos pactados el pasado 26 de septiembre en Santiago de Compostela por UCD, PSOE, Coalición Democrática, PCE y Partido Galleguista. Después de once meses de hibernación, el texto autonómico aprobado el 22 de noviembre del pasado año, solamente con los votos de UCD, será sometido a referéndum el domingo 21 de diciembre, con las importantes innovaciones introducidas. La fecha todavía no es oficial, pero coinciden en apoyarla todos los medios interesados en la consulta, incluido, al parecer, el Gobierno.

Una hora fue suficiente para que la Comisión Constitucional y los parlamentarios gallegos asumiesen en el Congreso los cambios acordados el mes pasado y darles valor jurídico. El Estatuto ha quedado así sustalcialmente renovado y equiparable, según dirigentes de los partidos mayoritarios, a los textos que rigen las autonomías de Cataluña y País Vasco.Las modificaciones realizadas en el Estatuto destacan la supresión del polémico apartado segundo de la disposición transitoria tercera, que establecía la intervención de las Cortes para delimitar las competencias que corresponderían al Estado o a la comunidad autónoma en cuanto a materias concurrentes. Tras la eliminación de esta norma, que polarizó en gran medida el rechazo al Estatuto por parte de la izquierda y los nacionalistas, la negociación de transferencias se desarrollará a través de una comisión mixta Estado-comunidad autónoma, análoga a las que vienen funcionando para Euskadi y Cataluña. Se ha fijado también un plazo de un raes, a partir de la constitución del Gobierno autónomo, para crear la comisión mixta y otro de dos años para completar el traspaso de servicios.

Esta innovación contó, al parecer, con algunos reparos del ministro de Administración Territorial, Rodolfo Martín Villa, quien señaló, días antes de que fuese suscrito el pacto de Santiago, que la supresión del apartado segundo de la transitoria tercera dejaba al Estatuto gallego con menos cláusulas de salvaguardia (concretamente, con menor número de sin perjuicio) para el Estado que los textos del catalán y vasco. Martín Villa, al mismo tiempo, consideraba que esta solución tenía un encaje dificil en la Constitución. Las dudas en este sentido le fueron aclaradas al ministro por el presidente del Congreso, Landelino Lavilla, que no apreció ilegalidad alguna en la fórmula que ha prosperado finalmente.

Otro cambio importante efectuado en el Estatuto es la supresión de la obligatoriedad de contar con los votos del 3% del censo electoral para poder acceder al Parlamento autónomo. Punto que fue reivindicado con firmeza por el Partido Comunista de Galicia y el Partido Galleguista, únicos partidos extraparlarnentarios que suscribieron el acuerdo para la modificación.

Relevancia de una corrección

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Especial importancia tiene la supresión en el artículo 30 de la referencia al artículo 28. Con esta corrección, la comunidad autónoma tendrá competencias exclusivas en agricultura, ganadería, industria, planificación económica, instituciones de crédito corporativo y comercio interior, en vez del desarrollo de la legislación del Estado en estas materias, como figuraba en el proyecto aprobado hace un año.

En cuanto a los apartados que se han añadido, figura la supeditación de las diputaciones provinciales a la Junta en materia presupuestaria y la concesión al Gobierno autónomo de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, «sin perjuicio de la caja única». Al mismo tiempo, ha sido sustituido del artículo 25, que alude a concursos y oposiciones de funcionarios de la Administración de justicia, la expresión se tendrá en cuenta por «será mérito preferente la especialización en el derecho gallego y el conocimiento del idioma del país».

La aprobación por unanimidad de estas modificaciones fue acogida con aplausos por todos los grupos parlamentarios presentes en la sesión de ayer. Inmediatamente comenzaron los discursos para glosar la trascendencia del acto. Manuel Fraga (CD). dijo: «Nos alegramos de que sin consensos fáciles, fruto de conversaciones falsas, haya habido solución. Ofrecemos todo nuestro apoyo a la campana , no fácil, del referéndum». Perfecto Yedra, en representación del grupo parlamentario centrista, manifestó: «Lo pasado ya es historia-, hoy comienza un nuevo camino esperanzador para la tierra gallega».

El portavoz de la Minoría Vasca, Marcos Vizcaya, comentó, a su vez, que Galicia ha alcanzado el nivel de autonomía de Euskadi y Cataluña, para añadir seguidamente: «Desearía que nos ayuden en los problemas que ahora surgen; el desarrollo del Estatuto va a ser difícil y será necesaria la unanimidad». Francisco Vázquez, secretario general del PSOE gallego, explicó el voto del Grupo parlamentario Socialista. Durante su intervención reclamó ayuda económica y la solidaridad del Estado para que Galicia no tenga una autonomía abstracta. En términos similares habló el líder comunista, Santiago Carrillo: «Apoyaremos todas las medidas posibles que ayuden a Galicia a salir del subdesarrollo».

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