El escritor Kehayan, expulsado del Partido Comunista francés

Por primera vez desde hace diez años el Partido Comunista francés (PCF) excluye a uno de sus miembros: Jean Kehayan, marsellés, escritor, autor del éxito de venta La calle del proletariado rojo, fue excluido del partido por el Comité Federal.Los motivos de esta medida se fundan en las tesis que Kehayan expone en un libro reciente. El taburete de Pistr. En esa obra invita a los militantes del PCF a no votar por el candidato oficial a las elecciones presidenciales de la próxima primavera, Georges Marchais.

En su opinión, este último «es el candidato de Moscú». El Comité Federal denuncia el libro en cuestión como «una caricatura grosera que insulta a nuestro partido, tal como lo hacen Valéry Giscard d´Estaing y François Mitterrand».

Con su anterior libro, La calle del proletariado rojo,, escrito conjuntamente con su mujer, en el que testimoniaba sobre el «falso socialismo en la URSS», Kehayan se había situado en el campo de los intelectuales críticos del partido.

Esta iniciativa del PCF no se había reproducido desde que en 1970 fue expulsado el dirigente y filósofo del marxismo-cristianismo Roger Garaudy. Con la exclusión de Kehayan, el PCF advierte a todos los militantes e intelectuales que critican «la reestalinización de la dirección que toma toda clase de decisiones sin ninguna consulta previa con la base»

Días pasados, cinco consejeros comunistas de la alcaldía de París, encabezados por uno de los dirigentes más importantes del PCF, hasta que se pasó a la «disidencia», Henri Fiszbin, declararon también que no estaban dispuestos a votar por el «candidato impuesto por la dirección», Georges Marchais.

El historiador líder de la contestación en el seno del partido, Jean Ellenstein, también se manifestó en los mismos términos. En un primer tiempo, la dirección comunista ha respondido diciendo que «Ellenstein se sitúa fuera del partido, de su política y de su organización». Poco después del fracaso de la Unión de la Izquierda en las legislativas de 1978, ante la ola de descontento de muchos intelectuales, Marchais afirmó que «nunca se excluirá a nadie del partido».