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Histórica derrota del Madrid ante el Barcelona

De histórica se puede calificar la derrota del Madrid en su cancha, frente al Barcelona. Por otro lado, habría que buscar mucho muchísimo en los archivos para recordar cuándo el Real Madrid en su campo se quedó en 67 puntos. Un Barcelona, cuya actuación ni siquiera alcanzó la calificación de notable, derrotó, humilló y dejó en evidencia a un Real Madrid que sólo puede buscar disculpas en la ausencia de Meister, en que Brabender sólo hizo siete puntos y en que está jugando la tercera jornada. Los rebotes de Meister -los que no cogió el Madrid- y el hecho de que el capitán perdiera la brújula, dejaron al Madrid como un barco que, si nunca navegó bien, terminó en el más espectacular de los naufragios.Corbalán, Brabender, Iturriaga, Abromaitis y Rullán constituyeron el cinco inicial del Madrid. Lolo Sainz dispuso una defensa individual, al igual que Serra, y las parejas se correspondieron así: Corbalán-Solozábal; Iturriaga-Sibilio, Abromaitis-Ruland, Rullán-De la Cruz y Brabender- Flores. Aver, uno por uno, los azulgranas superaron en todo a los blancos. De esto se dio cuenta Lolo Sainz, que a los siete minutos de juego, con 6-15 en el marcador, solicitó un tiempo muerto y cambió a una defensa zonal 2-3, con Iturriaga siempre basculando y saliendo al hombre de fuera que tenía el balón. Más tarde, también sería el Barcelona el que cambiase a zona, pero lo único que ayer tuvieron los catalanes de notable fue esa defensa tanto en un sentido como en otro.

Al Madrid de ayer, gravemente enfermo, lo que le hace falta no es un médico, sino un equipo completo de ellos e incluso sería conveniente internarlos en una clínica donde se impartieran ideas, imaginación e incluso preparación física. No significa esto saciarse con esta derrota, pues estos agujeros ya los evidenció frente al debilísimo conjunto suizo, en la Copa de Europa, y EL PAIS ya apuntó que esos agujeros se harían verdaderos rotos frente a conjuntos de la Primera División española. De momento, sus dos directos rivales desde hace años en la competición le han superado. Un equipo que es el actual campeón de Europa tiene que meditarse mucho el que, cuando se lesiona su pivot y el veteranisimo de Brabender no hace puntos, pueda naufragar en su casa. En este Madrid que antaño lucía un gran banquillo, las habas están contadas. Hoy por hoy, esas habas se llamán Corbalán e Iturriaga, que para colmo tampoco estuvieron excesivamente lucidos ayer. Abromaitis no cuaja, sigue sin encontrar su sitio, y lejos de galvanizar al equipo y darle seguridad, que es para lo que se trae a los americanos, quizá lo ponga más nervioso y lo desconcierte.

El Barcelona, que ganó con todo merecimiento, con autoridad y con superioridad en el juego, no debe sin embargo lanzar las campanas al vuelo, porque simplemente se limitó a aprovecharse del cero que obtuvo ayer el Madrid. Los azulgranas, con el partido ya encarrilado, no supieron romper la zona del Madrid, pero sus individualidades más o menos acertadas resolvían de una u otra forma. Tampoco supo el equipo de Serra romper el pressing final de los blancos, que por cierto fue muy malo, y que fue lo que originó que al final se cargaran de faltas, con los consiguientes tiros libres de los rivales. La diferencia en este aspecto que señala la ficha técnica no debe despistar, ni mucho menos servir de argumento, para cargar las tintas sobre la actuación arbitral.

Cuarenta minutos como los de ayer no son prueba suficiente como para juzgar a un jugador, pero sí se puede decir que Ruland, que era la novedad azulgrana, puede serle muy útil al conjunto catalán. Es un auténtico tanque, pero sabe moverse por la zona y es valiente. No se arredra bajo los aros, no anda mal de movilidad para el peso que tiene. No obstante, de momento está eclipsado por un Sibilio pletórico, que, junto con la inteligentísima dirección de Solozábal, forman el gran pilar barcelonista.

Otros resultados

Cotonificio, 76; Estudiantes, 74. Hospitalet, 92; Valladolid, 85. Areslux, 81; Joventut, 95. Basconia, 76; Helios, 73.

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