_
_
_
_

Falleció el violonchelista Roberto Vivó

Falleció en Madrid, a la edad de 62 años, el violonchelista Ricardo Vivó, miembro de una familia con amplia tradición musical. Debutó como concertista a la edad de catorce años. Las dos pasiones de Vivó, siempre entroncadas con lo musical, fueron las de la docencia y los conciertos. En 1962 obtuvo la cátedra del conservatorio.

Llamarse Vivó y ser buen músico es algo casi obligatorio. No vamos a ir a las raíces, pero sí recordaremos a José Vivó, maestro de la real capilla y del teatro Real, y a Carmen Barea, cantante en el coliseo de la plaza de Oriente y, después, durante muchos años, excelentísima profesora. Estamos hablando de los padres de Ricardo Vivó Barea, el profesor y concertista muerto inesperadamente.Todos los Vivó, hijos, aprendieron la música del padre, en primera y segunda instancia. Después, cada cual seguía su específica vocación. La de Ricardo fue el violonchelo y avanzó rápido bajo la guía de Juan Ruiz Casaux y, más tarde, en Siena, junto a Gaspar Cassadó.

Particularmente dotado, Ricardo da su primer concierto a los catorce años. Tiene diecisiete cuando le escucha Bartolomé Pérez Casas, e inmediatamente le incorpora a la Orquesta Filarmónica. Tras el paréntesis de la guerra civil encontramos ya a Vivó como solista en la Orquesta de Conciertos, fundada y mantenida por Emilio Vega, hasta que en 1941 la Filarmónica reanuda sus actividades. En el primer puesto de la cuerda de cellos está Vivó. Cuando llega un solo, llama la atención de todos por la calidad del sonido, la afinación y el legato. Lo que sucede, inmediatamente, en la Orquesta Nacional, en la que Ricardo actúa durante largos años, después de ganar la plaza en brillante oposición.

Trabajo en el extranjero

Como si el destino, unido a la lógica, lo dispusiera, Vivó sucede a su maestro en los distintos puestos: en la Agrupación Nacional de Música de Cámara, en los años cincuenta; en la cátedra del conservatorio, en 1962. Recuerdo que cuando Celebidache dirige el concierto segundo de Brahms, con Weissenberg como solista, director y pianista, elogian el magnífico solo de violonchelo en el tiempo lento lo que hizo igualmente Rubinstein con la misma obra.Entregado a la enseñanza y la música de cámara, la carrera concertística de Ricardo Vivó no tuvo el desarrollo que, por sus valores merecía, aunque fueron muchos los recitales dados en España y fuera de ella. Mayor fue su trabajo en el extranjero con la Agrupación de Música de Cámara. Nunca tuvo Vivó el menor asomo de insatisfacción. Eligió el camino e hizo la carrera que se había propuesto y que tenía una suprema meta, heredada por partida doble de sus padres y de su maestro Ruiz Casaux: servir con rigor y exigencia a la música. El músico desaparecido había nacido en Madrid en el año 1919 y era miembro de honor del Mozarteum de Salzburgo.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_