Unos derechos anteriores incluso a los del propio Estado

Nueve de los once círculos menores en que se han repartido los trabajos del sínodo sobre la familia han concluido sus trabajos y las líneas maestras que se desprenden de todos ellos son: la afirmación de que el derecho de la familia es anterior al propio Estado, que no se puede admitir a los sacramentos, en especial a la eucaristía, a los divorciados, apoyo total a la encíclica Humanae Vitae, de Pablo VI, condena de las multinacionales que imponen el control de natalidad en el Tercer Mundo y, finalmente, pedir una carta sobre los derechos de la familia para la que se debería constituir una comisión redactora.Las conclusiones de estos nueve círculos, la mayoría de las cuales habían sido ya expuestas en días anteriores, responden al programa de trabajo presentado por el cardenal Ratzinger, relator del sínodo. Entre los círculos que han pedido que la Iglesia presente de una manera positiva la sexualidad dentro del matrimonio, se encuentra el que modera el cardenal Tarancón. Las conclusiones en lengua española piden que se haga un mayor esfuerzo de comprensión por parte de obispos y sacerdotes, «con un gran esfuerzo pastoral, para restablecer la disciplina en la Iglesia, en orden a una recta aplicación de la encíclica Humanae Vitae, con la máxima consideración de respeto que merece la disciplina de la Iglesia, pues lo contrario puede producir desorientación y desprestigio».

Todos los grupos han resaltado los derechos de los padres a la educación religiosa de los hijos, «derecho irrenunciable, pues los padres son los primeros educadores de sus hijos y tienen el deber de transmitirles la fe». Algunos círculos han coincidido en señalar la influencia negativa de los medios de comunicación, «que presentan una vida consumística.