Tierno promete a los empresarios respetar la libre empresa

«Hemos aceptado una Constitución que refleja la libre empresa. La hemos jurado y yo cumplo lo que juro. Aunque soy un socialista que cumple sus principios, acepto la Constitución y sus principios y, mientras exista esa Constitución y mi juramento, respetaré la libre empresa punto por punto». La afirmación corresponde a Enrique Tierno, alcalde de Madrid, y fue hecha ayer por la mañana, en el curso de una conferencia de Prensa celebrada en la sede de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), después de que el alcalde se reuniera, por espacio de más de dos horas, con los representantes de los empresarios madrileños.El señor Tierno, junto al presidente de CEIM, José Antonio Segurado, hizo un resumen de la reunión, de la que destacó la conclusión de que hace falta más trabajo, como forma de conseguir un bienestar para todos; lo que no impide la realización de un amplio sacrificio colectivo, «pues, de lo contrario, se produciría una demanda permanente de bienes sociales y económicos», y la necesidad de un ahorro que debería impedir que el resto del proceso económico pueda interrumpirse. «En resumen», añadió, « lo que yo he pedido es que haya una mayor responsabilidad ciudadana. A todos nos falta ese sentido profundo de la responsabilidad ciudadana».

Según Enrique Tierno, de esta primera reunión entre el ayuntamiento y los empresarios -que el señor Segurado propuso que se institucionalizada- surgió un principio de colaboración para solucionar los problemas comunes que una de las dos partes puede ocasionar a la otra. En esta línea de colaboración situó el alcalde lo grandes temas de las licencias municipales y su falta de agilización burocrática, la presión fiscal que pesa sobre los empresarios -aunque éstos reconocieron que el ayuntamiento precisa nutrir económicamente su abultado presupuesto- o la municipalización de las líneas periféricas de autobuses.

Sobre este tema, Enrique Tierno informó a los empresarios que no se había tratado de una decisió socialista, «que no tendría ningún sentido», sino un proceso normal de municipalización de las concisiones en el momento en que éstas habían caducado. José Antonio Segurado, sin embargo, aseguró que si el espíritu de colaboración hubiera dado antes no se hubiera producido los momentos de tensión que vivieron empresarios y ayuntamiento. «Aunque esto convencido», añadió el presiden de CEIM, «que el tema no se ha llevado con toda la diafanidad que hubiera sido de desear».