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Temor oficial a que la libertad de tipos de interés provoque una escalada en el coste del dinero

Las medidas de liberalización del sistema financiero no van a realizarse de forma tan inmediata como se pensaba hace unas semanas, sino que sufrirán alguna demora, ya que el tema es objeto de «profundas reflexiones» e incluso presiones, según han manifestado a EL PAIS medios próximos a la vicepresidencia económica y en medios financieros. No obstante, la liberalización de precios de productos y servicios adoptada ayer, lunes, se considera un primer paso imprescindible para dar vía libre a las medidas del sector financiero, a pesar de su timidez.

Aunque el Banco de España es un firme partidario de la liberalización, al menos hasta los plazos por encima de los seis meses, las cautelas con que los nuevos responsables del área económica ven el problema están íntimamente relacionadas con el temor a un aumento espectacular de los tipos de interés, que vendrían a suponer un serio contratiempo a las posibilidades de aumento de la inversión, aunque, por otra parte, podrían representar un estímulo a corto plazo para el ahorro.

Divisiones en la banca

Las reticencias de la Administración respecto a la libertad de los tipos de interés tienen también cierta base en la oposición de algunos medios bancarios, para los que un proceso de liberación de los intereses sería en estos momentos un detonante de difícil control.Cálculos realizados por el sector privado estiman que la libertad de los tipos de interés a menos de un año provocaría un aumento de los costes bancarios que habría que repercutir en los tipos de interés activos -es decir, en los créditos- en una cuantía que no sería inferior a uno o dos puntos. Este encarecimiento constituye un factor de freno a cualquier medida en este sentido, ya que durante el pasado año se había logrado contener el aumento del coste del dinero para las empresas y otro tanto está sucediendo a lo largo de 1980. Una medida de liberalización del coste del dinero ahora podría acelerar la tendencia al alza de los tipos de interés activos, poniendo más trabas a la inversión si el alza en los precios -debido a la debilidad de la demanda- no fuera suficiente para que la rentabilidad superara el tipo de interés.

De acuerdo también con estimaciones del sector privado, el volumen de recursos ajenos de la banca, que experimentaría una petición de mayores tipos de interés al amparo de la libertad de la fijación de los mismos, se estima en torno al 50% de los recursos actualmente colocados a la vista en las instituciones de crédito.

En todo caso, los mismos medios han manifestado que la libertad de tipos desencadenarla un aumento de peticiones de mayor remuneración a los depósitos bancarios que no afectaría a todo el sistema bancario, pues ya en la actualidad algunas instituciones abonan intereses que pueden calificarse como de mercado en depósitos a la vista, es decir, extratipos, práctica que no ha podido ser eliminada de la operativa bancaria.

En realidad, una liberalización del sistema tendría una amplitud relativa y no afectaría a la totalidad de los depósitos, ya que el «mercado negro» del ahorro y del crédito ha permitido, a lo largo de estos últimos anos, soslayar en parte las limitaciones legales con prácticas bastante heterodoxas.

Por este motivo, algunos portavoces del sector bancario estiman necesario el establecimiento de fuertes controles sobre la parte no liberalizada del mercado, de forma que si se liberalizan los tipos a más de seis meses -actualmente están en libertad a más de doce meses-, el tramo comprendido por debajo de los seis meses debería ser escrupulosamente respetado por todas las instituciones y vigilado por las autoridades monetarias con especial rigor para que las medidas de libertad tengan algún efecto. Una de las sugerencias que se barajan es la posibilidad de suprimir el seguro de depósitos para aquellos que superen un cierto nivel «objetivo» de remuneración.

El descuento

La postura del Banco de España en este tema es la de patrocinar la mayor transparencia posible en el mercado. Como argumento a favor de una mayor libertad en las operaciones financieras se ha aludido a la necesidad de modificar el sistema de precios en el descuento de papel comercial, en el que existe actualmente una libertad en la fijación de comisiones y un tipo de interés fijo, sistema que la autoridad monetaria es partidaria de modificar para que lo fijo sean las comisiones y la libertad se centre en los tipos de interés, de forma que éstos reflejen el auténtico coste del dinero en el mercado en cada momento.Los acontecimientos, sin embargo, pueden precipitarse cuando el Estado se decida a emitir deuda pública a corto plazo, operación que podría llevarse a cabo en los primeros meses del año próximo. Aunque no parece que exista por el momento ninguna decisión tomada al respecto, parece seguro que una parte de la deuda de 1981 prevista en los presupuestos se va a tomar del mercado a plazos de un año o inferiores. Si esta decisión se confirma, la supervivencia de controles sobre los pasivos y los activos bancarios a menos de un año carecería de sentido, ya que no parece lógico que coexistan dos mercados con características tan diferentes, pues es de suponer que esta deuda a corto plazo saldría con tipos de interés realistas.

La adopción de medidas de liberalización tendrían, no obstante, según la opinión más generalizada, que consistir en un conjunto equilibrado y coherente de decisiones con el establecimiento probablemente de un calendario de aplicación dilatado en el tiempo.

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