Facilidades a los gitanos para inscribirse en el registro civil y obtener el libro de familia

El diputado centrista democristiano Oscar Alzaga fue elegido ayer presidente de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, en sustitución del nuevo ministro de Estado adjunto al presidente, Pío Cabanillas. Aparte de éste, el acuerdo más destacado adoptado por la comisión fue la aprobación unánime de una pro posición no de ley defendida por el diputado socialista Juan de Dios Ramírez Heredia, para facilitar que la comunidad gitana normalice la inscripción en el registro civil de sus miembros y la obtención del libro de familia.La elección de Oscar Alzaga, ya anticipada por este periódico el viernes último, no ofreció problemas. Obtuvo diecinueve votos (centristas, Minoría Catalana y PNV), mientras que el candidato socialista, el mallorquín Félix Pons, sólo logró once.

Tras la designación de la ponencia que informará el proyecto de ley orgánica del Código Penal y la aprobación unánime del texto elaborado por la ponencia sobre la proposición de ley senatorial relativa a la expedición de certificaciones e informes sobre conducta ciudadana, se entró en el único punto del orden del día que suscitó debate, aunque, finalmente, fue aprobado por unanimidad.

El diputado gitano Juan de Dios Ramírez Heredia (PSOE) hizo un alegato en favor de los 400.000 miembros de la comunidad gitana, para los que no solicitó una integración con el resto de los españoles que llevara consigo la pérdida de su propia idiosincrasia, pero sí facilidades para una mejor convivencia y buenas relaciones. Ofreció datos sobre la falta de documentación personal de numerosos gitanos y la carencia de libro de familia por parte de otros, y aseguró que no se trataba de casos de apatía, sino de falta de facilidades y de información.

La discriminación de Hernani

Al aludir Ramírez Heredia al mal momento para los gitanos, a pesar de las expectativas creadas por la democracia, citó concretamente la pretendida expulsión de un grupo de gitanos de Hernani (Guipúzcoa). Más tarde, el diputado de Euskadiko Eskerra (EE), Juan María Bandrés, recogió la alusión y recordó que el concejal de EE que votó aquella propuesta del Ayuntamiento de Hernani fue «llamado a capítulo» por el partido y rectificó. «Somos minorías también y sabemos mucho de eso», dijo. Añadió que con, este tema se había hecho mucha demagogia, porque no se quiso expulsar a los gitanos por gitanos, sino por tratarse de un grupo muy concreto que «hacía la convivencia muy difícil».

Cuando, más tarde, el diputado gitano quiso replicar a Bandrés, Oscar Alzaga guillotinó su intervención, por apartarse del tema a debate. Más tarde, Ramírez Heredia declaró a EL PAIS que los únicos hechos probados a los gitanos de Hernani fueron «que un niño gitano quitó a un niño payo un caramelo, que otro utilizó durante media hora una bicicleta, aparte de la acusación general de que los gitanos van sucios».

La proposición aprobada ayer, tras echarle una mano jurídica UCD al proponente -según la expresión utilizada por María Dolores Pelayo-, establece que el Gobierno dé instrucciones a los registros civiles para dar facilidades a las inscripciones fuera de plazo, así como que se establezca un plazo breve para la expedición del libro de familia y otras formalidades jurídicas, que eviten «las esperas angustiosas que tantos perjuicios vienen ocasionando».