Crisis en el congreso de UGT de Asturias

Oviedo Los diferencias existentes entre la minería y el metal volvieron a ponerse de manifiesto en el congreso regional de UGT clausurado el domingo en Avilés. El Sindicato de Obreros Mineros de Asturias (SOMA) consiguió infligir su primer castigo a la comisión ejecutiva al encabezar con éxito la crítica a la delegación asturiana -uno de sus miembros era Manuel Fernández, secretario general de Asturias, que procede del metal- al 32' congreso estatal de UGT.El papel de los delegados asturianos, que en Madrid se inclinaron por la opción presentada por Manuel Garnacho, entonces miembro de la ejecutiva estatal, fue desaprobado por el congreso regional. En la nueva ejecutiva, calificada de «continuista» por el SOMA, se mantiene Manuel Fernández como secretario general. Después de fuertes tensiones, que provocaron un atolladero, de dificil salida, al trascender que la ejecutiva no tendría el apoyo del SOMA, las cuencas mineras y el metal, la dirección de este último sector, retomó las riendas de la situación y rectificó su intención de voto.

La crisis planteada en el congreso, que llevó a Manuel Fernández a anunciar su intención de no presentarse a la reelección, fue criticada en su intervención por Nicolás Redondo, quien, sin aludir directamente al problema planteado, dio un rapapolvo a los delegados, puesto que en su opinión en la grave situación de, crisis que atraviesa el país no hay sitio para batallas y personalismos estériles.