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El redactor jefe de Radió Costa del Sol iniciará hoy una huelga de hambre junto con su familia

Mientras el alcalde de Marbella, el socialista Alfonso Cañas, entraba ayer en su tercer día de huelga de hambre en protesta por lo que él considera «reiterados ataques contra mi persona y contra la democracia», por parte de la emisora local Radio Costa del Sol, el redactor jefe de esta entidad informativa, Alfonso Salgado, anunciaba que a las doce horas de hoy, domingo, iniciaría, a su vez, otra huelga de hambre «junto, con toda mi familia y aquí, en el despacho de la emisora».

La decisión del señor Salgado, en respuesta a la de Alfonso Cañas, fue anunciada ayer mediante el envío de sendos telegramas al presidente del Gobierno, a los titulares del Congreso y del Senado y a todos los miembros del Ejecutivo. Alfonso Salgado está convencido -y así lo anuncié a los medios informativos- de que la huelga de hambre del alcalde marbellí «constituye un atentado contra el artículo 20 de la Constitución -uno de cuyos apartados dice que "se reconoce el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión"- y una coacción ante el procesamiento cursado por injurias».Este procesamiento será el que dictaminará al final si la información ha sido «veraz», o si, efectivamente, ha habido injurias y comportamiento antidemocrático por parte de la emisora, tal y como sostiene el señor Cañas.

La historia del enfrentamiento parece ser que comenzó con un donativo de los árabes al Ayuntamiento de Marbella.

Para el señor Cañas, ni el director de la emisora ni el redactor jefe supieron digerir que el alcalde socialista consiguiera a los pocos días de su mandato una donación de dos millones de dólares, hecha por el príncipe Falid, de Arabia Saudí, para la construcción de viviendas sociales.

«Empezaron a decir que todo era un farol. Cuando comprobaron que era cierto se preguntaban casi a diario por la emisora que qué le habíamos dado a cambio al príncipe. Este punto lo habíamos dejado muy claro, pues, a riesgo de pecar de groseros, le hicimos saber al príncipe Falid que nada podía esperar de nosotros en agradecimiento. Y esto se ha comprobado: el ayuntamiento ha tenido paradas durante seis meses las obras de ampliación de la residencia del príncipe Falid por falta de licencia».

Dinero perdido

La elección de entidad bancaria donde depositar el dinero dio lugar a numerosas críticas contra el alcalde. La suma fue depositada en el Banco de Andalucía. « Fue », dice el alcalde, «la entidad que mejores condiciones ofreció: un interés del l3,5%». Sin embargo, el dinero fue sacado posteriormente' del Banco de Andalucía y trasladado a la Caja de Ahorros Provincial de Málaga, a un interés del 8 %, por acuerdo de la corporación municipal, que estaba muy dividida en relación al tema. «Ahora sólo tenemos un interés del 8 %. A causa del cambio, el ayuntamiento ha perdido ya catorce millones de pesetas», dice el alcalde de Marbella, quien culpa a la emi sora de radio de todo el conflicto suscitado en este tema.«La Audiencia Territorial de Granada tiene en su poder unas treinta cintas grabadas de las emisiones de Radio Costa del Sol llenas de infamias y de embustes contra mí en relación a los dos millones de dólares. La autenticidad de algunas de estas cintas está avalada por el testimonio del delegado provincial del Ministerio de Cultura».

Cañas puso dos denuncias en el juzgado contra los responsables de la emisora. «De estas denuncias nunca se supo nada. No me llamaron siquiera del juzgado, ni a ellos tampoco».

Mejor suerte corrió, sin embargo, una querella presentada por el director y el redactor jefe de la emisora contra el alcalde por presuntas injurias contenidas en unas declaraciones de éste publicadas en el periódico malagueño Sur y radiadas por la misma emisora: el alcalde fue procesado el pasado mes de mayo 1 y puesto en libertad condicional bajo fianza de 200.000 pesetas.El señor Cañas confia que el fallo le será favorable. «El comportamiento contrario a la ley y a la Constitución es el de ellos. Durante algún tiempo, por ejemplo, estuvo en antena un programa que se iniciaba a las cinco en punto de la tarde con un pasodoble torero y el sonido de clarines. Cada día se me injuriaba y se me ofendía al criticar mí actuación, haciendo una parodia de una corrida de toros, en la que el toro era yo. Me ponían rejones de muerte, banderillas, me echaban al corral... Todas esas cintas están grabadas».

Diversas llamadas anónimas amenazándole de muerte son relacionadas por Cañas con el clima creado contra su persona por la campaña de desprestigio y de ataques personales de que era objeto, según él, por la extrema derecha. En una ocasión alguien rompió todo el circuito de frenos de su coche. «Yo no soy un héroe ni pretendo serlo», dice el alcalde, «y, consecuentemente, se fue desarrollando en mí una sensación de miedo. Acudí al gobernador y le pedí incluso un permiso de armas. No me lo concedió».

Agrega el alcalde que la campaña contra su persona por parte de la emisora cambió de método. Cedieron los ataques elaborados por la redacción y se dio paso a la lectura de unos comunicados firmados por Falange Española Auténtica, un grupo que, según Cañas, no existe prácticamente en Marbella.

En este clima se llegó al pasado día 16, en que el pleno municipal tenía que decidirse sobre la retirada de un busto de Franco, otro de José Antonio y otro del anterior alcalde, Francisco Cantos. El pleno tuvo que ser suspendido ante la actitud del público. «La plaza del ayuntamiento», dice el alcalde, «fue ocupada por unos trescientos ultraderechistas que vinieron de toda la provincia. Yo tuve que salir escoltado del ayuntamiento por la Policía Nacional y varios ciudadanos fueron golpeados con barras y cadenas. Esa misma noche fue incendiada la sede del Movimiento Comunista (MCA), en donde aparecieron pintadas unas cruces gamadas. En toda esta movilización influyó sobremanera la campaña realizada por Radio Costa del Sol los días anteriores».

Numerosos alcaldes de. toda Andalucía han hecho patente SU, -apoyo al de Marbella, mientras Alfonso Cañas insiste en que no desistirá de su actitud hasta que no se inicie una investigación seria sobre el comportamiento de la emisora Radio Costa del Sol.

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