_
_
_
_

Una guerra de fanáticos

( ... ) Desde la toma del poder por el ayatollah Jomeini rivalizan en Oriente dos próximas, pero fundamentalmente diferentes, formas de fanatismo político. No sólo Saddam Hussein, sino también Jomeini, juegan con la política soviética. Sin embargo, el fanático religioso Jomeini es peligroso para el Gobierno Baas en Irak, cuyo nacionalismo árabe ostenta rasgos ateos. El nacionalismo árabe prende sobre todo entre los musulmanes sunitas. Por el contrario, Jomeini encuentra en los chiitas de Líbano unos camaradas. Esta extraña mezcla de nacionalismo laico, Islam y una ideología marxista orientalizada, que tanto en Bagdad como en Teherán caracterizan sus estilos de gobierno, han desencadenado estas últimas décadas violentas y furiosas pasiones. La guerra entre Irak e Irán esconde nuevos y serios peligros no sólo para los dos Estados en guerra, sino para todos los países petroleros del golfo Pérsico. 24 de septiembre

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_