Reacción bancaria
Una reacción de los valores del sector bancario en las postrimerías de la sesión de ayer en la Bolsa de Madrid vino a cambiar drásticamente el decorado en el que se había desenvuelto el mercado.La realidad es que fue una reunión de puro trámite en la que todo resultaba familiar, por su similitud con las reuniones que la precedieron. El estrecho cauce del mercado, que impedía realizar operaciones que comprendieran más allá de unos centenares de títulos, la ausencia de compradores y el predominio de las órdenes vendedoras que determinaban unos procesos de confección de los cambios, claramente orientados a la baja, fueron las características comunes.
Cuando empezaron a circular rumores por el parqué de que los saldos vendedores para el conjunto de los siete grandes bancos había descendido hasta quedar ligeramente por encima los 30.000 títulos, desde los más de 190.000 con que contaba el miércoles, se inició un proceso de carreras y gritos entre los operadores, que pretendían conseguir como fuese alguna acción de cualquiera de los valores del sector. Este nerviosismo se fue contagiando a buena parte de los valores del sector eléctrico, hasta el punto de que a la hora del cierre era prácticamente imposible encontrar acciones de valores representativos de los grupos citados.
En lo que se refiere a la consistencia de esta reacción, los comentarios de casi todos los especialistas coincidían en darle pocas jornadas de duración, e incluso se apuntaba la posibilidad de que al cierre de hoy se volviese a quebrar la tendencia positiva.
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