La "romería de los creyentes gallegos" se celebró a pesar de la oposición episcopal
A pesar de que el obispo de Orense, monseñor Temiño, conocido por sus ideas conservadoras, calificó la celebración de «anticanónica», amenazando con castigar a los sacerdotes de su diócesis que participasen en ella, se celebró la Terceira Romaxe de Crentes Galegos (Tercera Romería de Creyentes Gallegos), un acto mitad religioso, mitad reivindicativo, que tuvo como objetivo «la búsqueda de un cristianismo comprometido y auténticamente gallego». Su escenario fue esta vez Os Peares, una villa de menos de un centenar de casas, a caballo entre las provincias de Lugo y Orense, que vive un incomprensible desajuste administrativo. Los vecinos aseguran que «cuando un burro rebuzna en el puente del Sil, se escucha en cuatro ayuntamientos, dos provincias y tres partidos judiciales», a los que pertenece la pequeña población situada en la confluencia de los ríos Miño, Sil y Bubal.
La reunión tuvo una mayor concurrencia que en años anteriores. Se celebró A cantigas das augas (rito de las aguas), con la que se representó la hermandad de todos los pueblos y en la cual los participantes, ataviados con trajes regionales o túnicas con la bandera gallega, levantaban hacia el cielo la vasija en la que llevaban agua de los ríos y mares de su lugar de residencia para arrojarla luego al río Miño. Así, el «padre de los ríos de Galicia» vio mezcladas sus aguas con las traídas de Aguiño, Monforte de Lemos, Irimia, Castrolo do Miño, Rao, Vigo, El Ferrol, Guitiriz, Villalba y Ponferrada.El obispo orensano no dudó en llamar la atención sobre esta romería -que recibió la aprobación de los restantes obispos gallegos por considerarla una «profanación», recordando además a sus fieles «la obligatoriedad de abstenerse de participar en ella, sobre todo en la eucaristía, que solamente puede celebrarse en comunión con el obispo y la Iglesia universal». Pese a esta advertencia, dos niñas de corta edad, una lucense y otra ferrolana, recibieron «las primeras aguas» en el Pater Minius, y no sólo ellas, otros participantes fueron rebautizados, mientras se recordaba que «Jesús fue bautizado en el río Jordán por Juan el Bautista».
En la Terceira Romaxe de Crentes Galegos se discutió el tema de la autonomía de Galicia ante el Estatuto, que ahora se intenta rectificar, y que ha recibido un rechazo casi generalizado. Las casi 3.000 personas que acudieron, entre las que se encontraba un buen número de sacerdotes y religiosas considerados progresistas, aplaudieron la actuación del grupo musical Fuxan os Ventos, que interpretó el tema O Estatuto, en el que dicen «cocéronlo en Madrid. Os que fixeron, coman alí» («Lo que cocieron en Madrid. Los que lo hicieron, que lo coman allí»), y «Pobre Coruña, pobre Lugo, pobre Orense y Pontevedra, les dieron una autonomía coja, muda, sorda y ciega».
Pero no sólo la autonomía fue criticada. También lo fueron la situación real de Galicia, el decreto de bilingüismo y otros muchos problemas que vive el país gallego. El vasallaje al que ha estado sometido fue recordado durante el acto litúrgico por los populares versos de Rosalía de Castro: «Castellanos de Castilla,/ tratade ben os galegos,/cando van, van como rosas/cando ven, ven como negros», refiriéndose a los segadores que acudían a los campos de Castilla como temporeros.
«La religión siempre tiene un signo político», dijeron los organizadores de la romería, quienes puntualizaron: «Hacemos alusión a los problemas planteados en nuestro pueblo y al sometimiento que padecemos, pero, por encima de todo, esto es una fiesta cristiana, en la que se pretende demostrar que los actos de fe pueden ser compatibles con la galleguidad».
Galicia estuvo, pues, presente en Os Peares, durante toda la romería, en la que, y quizá por la advertencia de ilegalidad hecha por el obispo orensano, se recordó que «el poeta Curros Enríquez fue excomulgado hace cien años por el obispo de Orense».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.