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Madrid necesita un mayor control sobre sus condiciones sanitarias

La ciudad de Madrid necesita incrementar en forma notable su control sobre los aspectos sanitarios de sus barrios, según se desprende de los primeros resultados -referidos a los distritos de Mediodía, Vallecas y Moratalaz- de la encuesta epidemiológica que, encargada por la Delegación de Sanidad del Ayuntamiento de Madrid, está actualmente en curso de realización por parte de los técnicos del Laboratorio Municipal.

Los estudios epidemiológicos de los dieciocho distritos madrileños constituirán, en el momento en que hayan sido concluidos en su totalidad, un banco de datos imprescindible para que las autoridades municipales tengan conciencia clara de cuáles son las necesidades más perentorias que se les presentan a los barrios de la ciudad en materia sanitaria y social, y poder, a partir de esos datos, tener una actuación clara. De todas maneras, la conclusión de esos estudios no será algo inmediato, sino que, dada su complejidad, se verán demorados en el tiempo.

Mediodía: falta de ordenación urbanística

El distrito de Mediodía tiene, según los datos recogidos, referidos al año 1978, un total de 175.142 habitantes, que viven en las 36.025 viviendas existentes en las 6.670 hectáreas de superficie que tiene.Los transportes dentro de este distrito sufren de las deficiencias de ordenación urbanística que se detectan en todo él. Las nuevas urbanizaciones, por lo general escasa o nulamente dotadas de apropiados accesos, ven convertidos éstos en auténticos barrizales en cuanto caen las primeras gotas de lluvia.

El abastecimiento de agua es suficiente con los 660.000 metros cúbicos que los tres depósitos de la zona albergan. El servicio de alcantarillado también parece eficaz, a pesar de las abundantes ratas aparecidas en los barrios marginales del distrito, del estilo de La Alegría, La Celsa, Oroquieta o Lucentum.

La asistencia sanitaria resulta, según el informe, «deficiente e incómoda», habida cuenta, una vez más, de las deficiencias de urbanización del distrito.

La educación para los 30.000 niños que viven en el distrito de Mediodía parece asegurada, aunque sea a base de los centros privados de EGB existentes. De la enseñanza media se ocupan tres institutos y un centro de formación profesional. En el capitulo de zonas verdes, el distrito dispone de 314.000 metros cuadrados, a los que han de añadirse las diversas zonas ajardinadas existentes. El informe asegura, sin embargo, que «una futura ordenación urbana podrá contar con sitio suficiente para parques y jardines».

Vallecas o el desarraigo juvenil

El distrito de Vallecas, del que se desgajó el de Mediodía, tiene en la actualidad 975 hectáreas de extensión. En ellas viven, en 59.634 viviendas, 205.288 habitantes, lo que equivale a una densidad de cerca de 210 habitantes por hectárea. Las dos terceras partes de esa población están constituidas por familias de emigrantes, procedentes mayoritariamente de la propia provincia de Madrid, de Andalucía y de Extremadura.Los problemas de los gitanos y quinquis, sobre todo hace unos años, se han visto parcialmente sustituidos, cuando no superados, por una población juvenil desarraigada, con muy escasas posibilidades de promoción laboral, cultural y, consecuentemente, social. No hay que olvidar que la población infantil del distrito se estima en unas 100.000 personas menores de quince años, de las que 14.000 no reciben estudios o han sido catalogados como analfabetos. Es aquí donde se prodigan, como en ningún otro distrito madrileño, las bandas juveniles y donde con mayor facilidad es posible conseguir drogas y estimulantes de todas clases.

La chabola o, cuando menos, la infravivienda es algo consustancial con la morfología de la zona. El informe no podía dejar de hablar de zonas como Tío Pío, Palomeras Altas, Tejar de Luis Gómez y un etcétera demasiado largo.

Mientras que ni los transportes, ni el abastecimiento de agua potable (911.500 metros cúbicos almacenados), ni el alcantarillado, ni la asistencia sanitaria parecen ser problemas que precisen de una inmediata solución, la escasez de mercados y, sobre todo, de centros de enseñanza, aparecen como problemas prioritarios del distrito. En el terreno de la cultura y el ocio, el interés demostrado por las entidades ciudadanas en los últimos años ha hecho que el déficit aparezca menor de lo que la competencia oficial en este terreno ha propiciado.

Las zonas verdes del distrito tampoco aparecen como suficientes, toda vez que el único parque existente es el Azorín, con sus 45.700 metros cuadrados, a los que hay que añadir las diversas pequeñas zonas ajardinadas diseminadas en varios puntos.

La elevada densidad de Moratalaz

El distrito de Moratalaz, el más moderno de los tres, urbanísticamente hablando, por lo menos en su mayor parte, es el resultado de la división, también en 1977, del de Retiro. Cuenta con una población oficial de 156.000 habitantes -la real se sitúa en torno a los 200.000-, repartidos en las 36.200 viviendas existentes en las 4.437 hectáreas que ocupa. Hay zonas, sin embargo, en que la densidad supera ampliamente la media madrileña. Ejemplo de ello es la zona del Camino de Vinateros, donde se registran hasta 550 habitantes por hectárea.Las comunicaciones han sido, desde siempre, problema fundamental de Moratalaz, dado que se ha visto rodeado, desde su nacimiento, por importantes y traumáticas vías de circulación rápida de vehículos particulares. Hoy, precisamente por esa situación, las comunicaciones son, por lo general, bastante rápidas.

La asistencia sanitaria, el suministro de agua potable y la red de alcantarillado aparecen, según el informe, como aceptables, si bien podrían ser siempre mejorables. El capítulo de la enseñanza supone uno de los mayores problemas, dada la alta población escolar del distrito. Las zonas verdes son deficitarias, puesto que sólo existe un parque que pueda recibir el nombre de tal, el del polígono Martala.

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