Dificultades en el PSOE para reestructurar el Consejo Regional
El PSOE tiene serias dificultades para encontrar los hombres adecuados en el desenlace de la primera crisis del Consejo Regional de Asturias, cuya reestructuración han promovido los socialistas con el apoyo de UCD. Los dos partidos mayoritarios redujeron el número de sus miembros de la permanente y fijaron un techo de tres cargos políticos por consejería, con la finalidad de imprimir un mayor dinamismo, eficacia y actuación coordinada al organismo preautonómico y reducir, a la vez, los gastos de personal.La ejecutiva del PSOE hizo una dura autocrítica del papel de sus representantes en el ente preautonómico y decidió un cambio radical de política para evitar un deterioro que podría influir muy negativamente en las próximas elecciones, según pudo saber EL PAÍS, pese al compromiso adquirido por los dirigentes socialistas de mantener en secreto el contenido de los debates. La única persona cuya labor no ha sido cuestionada fue Rafael Fernández, presidente del Consejo Regional, a quien reconocieron su valiosa aportación para cambiar favorablemente la imagen del PSOE ante los asturianos.
Aceptación general
Rafael Fernández, que actuó siempre como presidente regional, en ocasiones incluso al margen de la disciplina de su partido, apareció ayer, en la primera página de La Nueva España, de rodillas en la basílica de Covadonga, donde participó en el oficio litúrgico antes de intervenir en el acto autonomista de Cangas de Onís. Fernández, que estuvo en la cárcel durante la revolución de 1934 y fue consejero de Hacienda del Consejo Interprovincia de Asturias y León en la guerra civil, ha conseguido desde su regreso del exilio una creciente aceptación entre la derecha asturiana. Los demás consejeros socialistas fueron seriamente cuestionados por la ejecutiva del PSOE, pero los problemas surgen en la búsqueda de los sustitutos adecuados. EL PAÍS ha podido saber que Bernardo Fernández, profesor de Derecho de la Universidad de Oviedo, no aceptó la propuesta de hacerse cargo de la consejería de la presidencia, cargo al que parte importante de la dirección socialista pretende llevar ahora a Pedro Silva, diputado que está adquiriendo un destacado protagonismo en el Grupo parlamentario Socialista del Congreso. En cultura, Atanasio Corte será sustituido por Rodrigo Martínez, y en ordenación del territorio continuará Luis Antonio Priede, que obtuvo cinco votos a favor, cuatro en contra y cuatro abstenciones. El cargo fundamental es el de la consejería de la presidencia, que se intenta convertir en un cajón de sastre para cumplir, entre otras funciones, la de coordinar la actuación de los demás consejeros.Hasta el momento no está decidida la designación de Pedro de Silva, profundo conoce donde la incidencia de la empresa pública en Asturias y cuya renuncia al Congreso de los Diputados podría debilitar la defensa de las posiciones asturianas en Madrid, ni él parece interesado en el cambio, aunque medios socialistas estiman que podría ser la persona idónea para relevar a Rafael Fernández.
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