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La crisis polaca se aproxima a un punto crítico

Las huelgas en Polonia se extendieron ayer desde el litoral báltico a otros puntos del país, mientras que los huelguistas, la Iglesia y el partido comunista (POUP) advirtieron que la situación se aproxima a un punto crítico, con el peligro de que desemboque en una catástrofe nacional.

El mensaje conciliador del primado de Polonia, Stefan Wyszynski, recomendando la vuelta al trabajo de los obreros, fue acogido ayer con cierta decepción por círculos liberales católicos y por los propios huelguistas. Lech Walesa, líder del movimiento huelguístico en el Báltico, aseguró ayer que conocía el «peligro» al que aludía el cardenal, pero reafirmó que los obreros proseguirán en su pretensión de lograr organizaciones sindicales libres.Por su parte, el órgano oficial del partido, Tribuna Ludu, publicó ayer un editorial del miembro del comité central del POUP Ryszard Wojna, en el que se dice que Polonia está al borde de la catástrofe nacional, porque «nuestro país», escribe Wojna, «está situado en el corazón del continente, en una zona de seguridad directa para la Unión Soviética».

En términos similares se expresó el redactor jefe del semanario Polityka e influyente miembro del comité central, Mieczyslaw Rakowski, en un comentario, leído en la televisión a la hora de mayor audiencia, en el que afirmó que «nos aproximamos a un punto crítico», con la posibilidad de una catástrofe. «No quiero ocultárselo a nadie», añadió, «tengo miedo».

En este mismo sentido, una fuente solvente declaró que las altas jerarquías eclesiásticas polacas han recibido un informe secreto de las autoridades sobre la situación real del país en estos momentos.

Entre tanto, en Wroclaw, al sureste de Varsovia, donde los servicios públicos están en huelga desde hace dos días, se constituyó un comité de huelga similar a los ya existentes en Gdansk y Szczecin. Los paros polacos, según informaciones de círculos disidentes, se extendieron ayer a las ciudades de Olsztyn, Lodz, Koeslin, Tarnow y Lublín. Destacándose paros de solidaridad en Bielsko-Biala, Slupsk y Rzeszow.

El viceprimer ministro Mieczyslaw Jagielski, negociador en Gdansk, informó ayer por televisión que se había llegado a un acuerdo de principio con los huelguistas, salvo en el tema de los sindicatos libres, aunque el delegado gubernamental comentó, en su intervención de cinco minutos, que sobre este punto se había llegado también un principio de acuerdo.

Páginas 2 y 3

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