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Termina la convención demócrata sin acuerdo de fondo entre Carter y Kennedy

Con un discurso centrado en prometer la victoria demócrata en noviembre, pedir el apoyo de Kennedy para la campaña electoral y exponer las diferencias políticas, económicas y sociales entre el programa demócrata y el republicano, el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, cerró la 38º Convención Nacional Demócrata, que se celebró de lunes a jueves en el Madison Square Garden, de Nueva York. La «recuperación» política de Carter en la convención se compara a la de Harry Truman, en 1948, aunque hoy los condicionantes son distintos.

Un apretón de manos en la tribuna entre Carter y Kennedy, algo forzado y sosteniendo ambos brazos el presidente del Congreso, el demócrata Thomas (Tip) O'Neill, confirmó la «unidad» del Partido Demócrata frente a la ardua labor de intentar ganar a los republicanos, quienes, con Ronald Reagan. a la cabeza, aspiran triunfar en la elección presidencial del próximo 4 de noviembre.La convención ovacionó a Carter en su discurso, pero con menos entusiasmo popular que durante la alocución pronunciada por el senador Edward Kennedy, durante la noche del pasado martes. «Kennedy 84», «Nosotros votaremos a Kennedy», figuraban también en la multitud de pancartas verdes con las fotos y el texto de «Reelect Carter-Mondale». Símbolo pintoresco de que las cosas en el interior del Partido Demócrata no marchan tan bien como desearía el presidente Carter, fue el fallo en el momento de lanzar los globos multicolores (rojos, blancos y azules, color de la bandera de EE UU) en el foro de la convención, que congregaba a unas 20.000 personas. Una de las redes que retenía los miles de globos en el techo del Madison Square no abrió su brecha, quedando suspendidos, quizás para Kennedy en 1984, miles de los tradicionales globos que animan todo fin del «circo» político de las convenciones norteamericanas. Martin Luther King, padre del pastor asesinado en 1968 calmó los espíritus con una plegaria, cerrando la convención, que, puede valer millones de votos negros para los demócratas.

«Ted, tu partido te necesita, yo te necesite), y todos necesitamos tu idealismo, dedicación y trabajo», dijo el presidente Carter, nada más iniciar su discurso, con una llamada pública para que su ex adversario el senador Edward (Ted) Kennedy, apoye la campaña para la reelección del presidente Carter y del vicepresidente Walter Mondale.

La situación en Oriente Próximo, con el conflicto árabe-israelí que puede costar este año a los demócratas la pérdida del tradicional voto judío-norteamericano, fue defendida por Carter bajo las tesis de los acuerdos de Camp David. Recordó el proceso de paz egipcio-israelí actualmente en curso, con restablecimiento de relaciones diplomáticas, y la necesidad de «continuar» para garantizar la paz al conjunto de pueblos de la región. Obviamente, no citó a los palestinos. «Nuestra posición es clara: seguridad y paz para Israel, paz para todos los pueblos del Próximo Oriente», declaró el presidente de EE UU.

La parte final de su discurso -momentáneamente abucheado, pero rápidamente superado por los aplausos, cuando se refirió a su política de registro militar obligatorio para los jóvenes- estuvo destinada al análisis de la situación económica y social.

«Combatir el desempleo y la inflación, es la prioridad de nuestra administración», cerró Carter, sin definir en ningún momento si su administración aplicará o no el plan de 12.000 millones propuesto por Kennedy.

Mondale: el "delfin" para 1984

Sin sorpresas, la convención nacional demócrata nombró a Walter Frederick Mondale, de 53 años de edad, para presentarse a la reelección como vicepresidente de Estados Unidos, junto al presidente Jimmy Carter. «Fritz» Mondale, como le denomina con frecuencia la Prensa norteamericana y su círculo de amistades, es, como Jimmy Carter, «un pueblerino en la Casa Blanca», según los adversarios del tándem Carter-Mondale. Sin embargo, a diferencia del presidente, Mondale despliega una intensa, actividad pública en el Congreso y en los actos mundanos de la capital de EE UU.«Una voz progresista», dije de Mondale el líder del sindicato del automóvil, Douglas Fraser, al presentar al vicepresidente ante la convención.

Con buenos contactos en los medios sindicales y del Congreso, Mondale es un hombre de acción para la Administración Carter, con poderes superiores a los que tuvieron otros de sus predecesores en el cargo de vicepresidente. Mondale fue el, primero en sugerir el boicoteo olímpico a los juegos de Moscú, en señal de protesta por la intervención soviética en Afganistán.

Walter Mondale nació en la pequeña localidad de Ceylon, en el Estado de Minesota de padres de origen noruego. Con estudios de abogado inició su carrera política, hasta llegar a senador por su Estado natal, que le envió a un ambiente washingtoniano, en el que se mueve con aire familiar. Es amigo personal del senador Edward Kennedy y el delfín de Jimmy Carter para la candidatura presidencial demócrata en 1984, fecha que probablemente presentará una batalla Mondale-Kennedy para el puesto de candidato a una presidencia que los demócratas corren el riesgo de perder en noviembre próximo, frente a los republicanos. Mondale fue uno de los políticos citados por los liberales, y desencantados del partido ante la política de Carter para ser el candidato presidencial, ya en la elección del próximo 4 de noviembre, puesto que descartó públicamente por fidelidad al presidente Jimmy Carter.

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