Tres tendencias se disputan la hegemonía de la UGT gallega

«Un congreso sin debate es como un cuerpo sin vida», dijo ayer el alcalde de El Ferrol, Jaime Quintanilla, en la sesión inaugural del congreso gallego de UGT, que finalizará mañana. El orador quiso ,aludir sin duda al Clima de discusión, no exento de cierta tensión incluso, que caracteriza este congreso sindical de los socialistas gallegos, bajo la influencia recibida de los últimos acontecimientos vividos en el seno del Partido Socialista de Galicia-PSOE, a raíz del reciente congreso extraordinario.En la sesión de ayer se aprobó la gestión de la ejecutiva saliente por 28.405 votos a favor, ninguno en contra y 8.321 abstenciones. La delegación de Vigo presentó una moción de censura contra el actual secretario general, Javier Pedreido, que fue rechazada por el 73 % de los votos. A pesar de todo, parece probable la salida de Javier Pedreido de la secretaría general. La caída de este dirigente sindical no sorprende en absoluto, si se compara la línea progresiva de asunción de las tesis nacionalistas registradas en los últimos tiempos en el PSOE gallego y la contradicción que representa un secretario general de UGT que no desperdició ocasión para valorar negativamente «el nacionalismo, aunque sea a secas», como él mismo llegó a declarar.

En la primera jornada del congreso se perfilaron tres alternativas para sustituir a Pedrido, representadas por la cabeza visible del sindicalismo más nacionalista de UGT, Fernando Martínez; por el dirigente coruñés Jesús Mosquera, que procede de Uso, y por el orensano Ramón Félix Blanco, el, más próximo a la actual ejecutiva gallega del PSOE. Inicialmente, las tres tendencias barajaron la posibilidad de un acuerdo, pero Félix Blanco quiso imponer más tarde su candidatura a la secretaría, cuya cobertura quedará despejada el domingo.

Inquietud ante el giro del sindicato

El giro que puede recibir el sindicalismo gallego de UGT despierta alguna inquietud tanto desde fuera de la esfera de los propios socialistas como dentro del, mismo partido. El secretario general caído, al que se le da totalmente por «quemado» en sólo diez meses de gestión, era un fervoroso y obstinado defensor de la línea central del sindicato, y tra tó en todo momento de sobreponer las tesis federalistas contra toda inspiración nacionalista fuera de tipo político o sindical.Según fuentes de la propia UGT, el sindicato socialista tiene actualmente en Galicia 37.000 afiliados cotizantes, que le sitúan como la mayor central que opera en el País Gallego, opinión que no comparte Comisiones Obreras al reclamar para ella esta clasifilación.

El congreso finalizará mañana y serán debatidas ponencias sobre formación sindical, pesca, agricultura, naval, construcción, política sindical, paro, juventud, seguridad e higiene, enseñanza, sanidad, organización, estatutos y casas del pueblo. Las sesiones de hoy se celebrarán a puerta cerrada. Está previsto que al acto de clausura asista el secretario general de UGT, Nicolás Redondo.