Carter, candidato a la Casa Blanca por el Partido Demócrata
Jimmy vote, Jimmy vote, fue el eslogan con que infles de seguidores entusiastas recibieron ayer en Nueva York al presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, horas antes de que la convención nacional demócrata le nombrara como candidato a la elección presidencial del próximo 4 de noviembre. La convención aprobó previamente una plataforma centrada especialmente en una serie de propuestas para reactivar la economía norteamericana y estimular la creación de nuevos puestos de trabajo.
A iniciativa del senador Edward Kennedy, la plataforma adoptó la propuesta de destinar 12.000 millones de dólares en un plan antirrecesión. Se espera, por otra parte, una entrevista Carter-Kennedy como símbolo de «paz» entre los dos adversarios políticos, que pretendían conseguir la nominación dentro del Partido Demócrata. «La unidad del Partido Demócrata garantiza nuestra victoria para noviembre», dijo Carter, con el lógico optimismo de todo hombre político frente a citas electorales. Hoy, la convención cerrará sus trabajos con un discurso-programa del presidente Carter, destinado a restablecer la confianza de los electores norteamericanos en la débil Administración demócrata que preside Carter. «Tendremos la oportunidad en los próximos 83 días -tiempo que queda hasta la elección- de demostrar a los norteamericanos la diferencia brutal entre las propuestas republicanas y las de nuestro partido», afirmó el presidente Jimmy Carter.El presidente de EE UU llegó a la ciudad de Nueva York en helicóptero, desde el aeropuerto de Newark, situado en el Estado de Nueva Jersey, en las cercanías de Nueva York. El avión presidencial no aterrizó en el aeropuerto de esta localidad, como gesto de desaprobación del presidente Carter frente al gobernador del Estado de Nueva York, Hugh Carey, que apoyó a Edward Kennedy en su campaña política contra Carter.
A la búsqueda del apoyo de Kennedy
Al margen de estos pequeños hechos, que demuestran que la cohesión entre los demócratas es ante todo electoral, es evidente que Jimmy Carter busca el apoyo formal del senador Edward Kennedy. Antes de la entrevista oficial, Carter y Kennedy se «felicitaron» mutuamente por teléfono y a través de declaraciones públicas. «Felicito al presidente Carter por su victoria aquí. Confío en la reunificación del Partido Demócrata bajo los principios democráticos y por que todos juntos marchemos hacia la victoria de los demócratas en 1980», declaró Edward Kennedy en su discurso de media hora ante una convención entusiasta congregada en el Madison Square Garden, de Nueva York. «Uno de los más importantes discursos políticos, que nos conduce hacia la reunificación del partido que garantizará nuestra victoria en noviembre», comentó Jimmy Carter nada más llegar a Nueva York lanzando una pasarela para la entrevista con el senador Edward Kennedy.
La alocución de Kennedy ante los delegados de la convención demócrata -que 48 horas antes habían votado contra una «convención abierta», última esperanza para Kennedy de ser el candidato presidencial de 1980- fue un ataque frontal a los republicanos, la definición de un programa electoral con prioridad a los problemas económicos y sociales, la confirmación, en definitiva, de que es un líder demócrata para el futuro. Fue su hora de gloria ante la convención, acompañado de su esposa, Joan, y de sus dos hijos.
«Nuestro pueblo, en 1980, no pide un Gobierno pequeño o grande: pide un Gobierno firme, que combata la inflación y el desempleo», dijo Kennedy. Atacó el programa de reducción de impuestos que proponen los republicanos, «favorable a las personas que ganan más de 200.000 dólares anuales (catorce millones de pesetas), pero nefasto para la mayoría, que cuenta con unos 14.000 dólares (un millón de pesetas)». Defendió su programa de seguridad social, su plan de control de precios y el destino de 12.000 millones de dólares (unos 850.000 millones de pesetas) de fondos federales para el estímulo de nuevos puestos de trabajo. Propuesta aceptada por la plataforma y que puede encajar en el nuevo plan de reestructuración industrial que elabora actualmente la Administración Carter.
Kennedy ridiculizó, con humor, la candidatura del republicano Ronald Reagan, al que todos los sondeos siguen dando como virtual ganador de la elección presidencial del 4 de noviembre, al recordar las posiciones de Reagan en política ecológica: «El 80% de la polución del aire proviene de las plantas y los árboles», dijo Reagan en cierta ocasión. Repitió también que los republicanos atribuyen a Karl Marx el principio de la progresividad en los impuestos. «Estoy asustado de comprobar que confunden a Karl Marx con Franklin D. Roosevelt», dijo Kennedy, recordando que fue el presidente norteamericano de la época del New Deal (el nuevo horizonte) quien introdujo el actual sistema fiscal norteamericano, basado en la progresión.
«Para mí esta campaña ha terminado», finalizó Kennedy, sin especificar si se trataba sólo de la campaña para la nominación como candidato presidencial, que perdió el pasado lunes frente a Carter, o si también ha concluido como líder de apoyo fundamental para la reelección del actual equipo demócrata en la Casa Blanca.
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