El Ministerio de Trabajo se tendrá que quedar con la Organización de Trabajos Portuarios

El subsecretario de Trabajo, José Miguel Prados Terriente, ha anunciado la intención del Ministerio de Trabajo de proceder el próximo septiembre a la reestructuración de la Organización de Trabajos Portuarios, organismo autónomo de ese departamento, que controla la actividad laboral en los puertos. En su nueva configuración seguiría dependiendo de este ministerio. La decisión llega después de una huelga en el sector y tras un intento de arbitraje del subsecretario que fue rechazado por la Coordinadora de Estibadores Portuarios.

«El conflicto», ha señalado Prados Terriente a EL PAIS, «ha tenido dos planos. Por un lado, el estrictamente laboral, y por otro, el estructural de la OTP». Respecto al primero. el subsecretario asegura que «ya en 1979 se advirtió que era la última vez que el Ministerio de Trabajo hacía uso de la revisión salarial como potestad reglamentaria, puesto que con la aparición del Estatuto de los Trabajadores ésta desaparecía».Por otra parte, el sector portuario era, según Prados Terriente, «un sector sin tradición negociadora», por lo que no es extraño que se produjeran una serie de peculiaridades que en otros sectores no se hubieran dado. Se produce entonces la firma paralela de dos convenios. Uno, firmado por la Coordinadora de Estibadores Portuarios, que representa a más de un 60% de estos trabajadores, y la central CC OO, por un lado, y un grupo de empresas muy reducido, por otro. El segundo convenio se suscribe entre UGT, con representación minoritaria en el sector, y Anesco, agrupación empresarial que maneja el 80% del tonelaje que se mueve en los puertos. El primero de los convenios cuenta, sin embargo, con la firma de la propia OTP, aunque Prados Terriente asegura que "únicamente lo hizo a efectos de conocimiento".

Este sector, que hasta entonces no había tenido ningún convenio, se encuentra con dos y con la imposibilidad de aplicar alguno de ellos por no aceptación de la otra parte. La coordinadora y CC OO convocan una huelga selectiva contra las empresas que no se adhieren a su convenio, y el subsecretario, «en un afán de buscar una salida al conflicto», propone un arbitraje. que es rechazado. «Era un arbitraje voluntario», asegura Prados Terriente, no se puede hablar de fracaso por parte del Ministerio de Trabajo. Pretendíamos que fuera un arbitraje que recogiera lo sustancial de ambos convenios, pero no era un laudo vinculante, porque no había ningún convenio roto. Lo que pasa", añade, «es que en este país nadie se arriesga y, cuando alguien lo hace, se habla de fracaso.

Para Prados Terriente, la situación ha desembocado en la existencia de dos convenios, «ambos de eficacia limitada y relativa».

Reestructuración de la OTP

En cuanto al tema de la OTP, que el subsecretario de Trabajo califica de estructural, señala que, con la aparición del Estatuto de los Trabajadores, «la ordenanza por la que se regía el trabajo de los estibadores, en alguno de sus puntos, colisiona con el estatuto y, por ello, hay que ir hacia una adecuación de sus normas».

En cualquier caso, la Administración cree que hay que mantener «un organismo que regule el trabajo portuario, adecuándolo y adaptándolo a la realidad y a la legalidad vigente».

«La Administración». dice Prados Terriente, «quiere un término medio entre los que lo quieren mantener tal como está y los quequieren su desaparición ». En este sentido señala que se creó una comisión compuesta por empresarios y trabajadores, a los que se les pidió que aportasen ideas para fijar los criterios sobre los que habría que hacer la reestructuración. «Ante la falta de acuerdo de las partesm la Administración lo llevará adelante por su cuenta».

La reestructuración de la Organización de Trabajos Portuarios cuyo anuncio ha sido acogido con bastante escepticismo, giraría, según el subsecretario, en torno a unas ideas básicas, tales como la creación de un órgano colegiado de dirección, formado por empresarios, trabajadores y representantes de la Administración (Ministerio de Trabajo, Transportes y Comunicaciones y Obras Públicas y Urbanismo) y una presidencia rotativa. «Porque es un cargo que nadie quiere y que trae demasiados problemas». En cuanto a su desvinculación del Ministerio de Trabajo, Prados Terriente señala que «este ministerio no tiene ningún interés en quedarse con la OTP. Lo que me temo es que nadie la quiere y tendremos que cargar con ella »