Los norteamericanos debieron ganar el 50% de la natación olímpica
Estados Unidos logró en los pasados Juegos de Montreal 34 medallas en las competiciones de natación. Trece fueron de oro, exactamente la mitad de triunfos del programa de pruebas, que totalizaba veintiséis. En Moscú, cuatro años más tarde, con los mismos títulos en juego, los campeonatos nacionales norteamericanos celebrados en cinco jornadas han demostrado que el balance podría haber sido el mismo: ganar el 50% de los puestos en disputa.
En la quinta jornada se disputaron cinco pruebas del programa olímpico. En dos de ellas, los campeones hicieron mejores tiempos que los vencedores en Moscú. En 100 mariposa masculinos, William Paulus dio la sorpresa y ganó con 54.34, cuarta mejor marca de todos los tiempos. Una clasificación conjunta Irvine-Moscú hubiese sido así: 1, Paulus; 2, Gribble (EE UU), 54.51; 3, Arvidsson (Suecia), recordman mundial y oro olímpico, 54.92; 4, Pyttel (RDA), 54.94, plata de Moscú; 5, Mike Bottom (EE UU), 54.97. Como era de esperar, el español-norteamericano López Zubero no hubiese ganado medalla. Dos estadounidenses más, en caso de haber podido participar, le habrían incluso «bajado» más: Halliburton, 54.98, y Steve Smith, 55.07. Después vendría López Zubero, 55.13, ante Joe Bottom, subcampeón olímpico en Montreal-76, índice de la superación existente.En los 100 mariposa -estilo made in USA- femeninos, la recordwoman mundial, Mary T. Meagher, ganó con 59.41, segunda mejor marca de todos los tiempos, tras su récord de 59.26. Habría sido, naturalmente, oro, ante Meschuk (RDA), 1.00.42; 3, Tracy Caulkins (EE UU), en su mejor prueba, 1.00.75; 4, Pollack (RDA), 1.00.90; 5, Buese (EE UU), 1.01.05; 6 (si fuese posible), Joahnnigman, 1.01.33; 7, Knacke (RDA), bronce en Moscú, con 1.01.44.
En 1.500 libres masculinos se confirmó que Goodell, destronado recordman mundial, no habría podido en absoluto con Salnikov, aunque la motivación de unos campeonatos nacionales sea bien distinta a la de unos Juegos Olímpicos. Mike Brunner, que ya le venció en los 400 libres, se impuso con 15.19.80, marca discreta, que sólo le habría proporcionado el quinto puesto en Moscú. Sims, segundo, con 15.25.92, incluso habría quedado por debajo de Escalas (sexto, con 15.21.88). Neugent, tercero en Irvine, con 15.27.66, hubiese sido octavo en la final, y Goodell, hundido completamente, con 15.34.75, habría que dade incluso fuera de ella. Hasta los 14.58.27 de Salnikov, la diferencia es abismal.
También se disputaron en la última jornada de Irvine los dos relevos, masculino y femenino, de 4x100 estilos por clubes. Sin embargo, la comparación que hubiese merecido la pena no se puede realizar, pues los entrenadores decidieron aplazar las pruebas contra los récords del mundo, por parte de los equipos nacionales, ante el cansancio de los nadadores.
Así pues, sin contar con bajas tan sensibles como el canadiense Szmidt, recordman mundial de 400 libres, la australiana Tracey Wickham, de 800, o el alemán occidental Moerken, de 100 braza, ocho norteamericanos habrían podido ganar once títulos en Moscú: Gaines, en 100 y 200 metros libres; Barnicoat en 200 espalda; Lundquist, en 100 braza; Paulus, en 100 mariposa, y Beardsley, en 200; Vasallo, en 400 estilos; Kim Lineham, en 400 y 800 libres; Mary T. Meagher, en 100 y 200 mariposa. Bob Jackson hizo 56.04 en series, también inferiores a los 56.53 del vencedor olímpico Baron (Suecia), pero perdió la final con Rocca, 56.64. Podría también haber sido «oro» número doce. En todo caso son once triunfadores de veintidós pruebas, descartando los relevos, aunque de los cuatro -4 x 200 libres hombres, 4x100 mujeres, y 4x100 estilos de ambos-, al menos dos deberían mantener también la supremacía norteamericana, que «casi» ya lo es con clubes. Estados Unidos, ausente de Moscú, dejó de ganar la mitad de lo disputado, como mínimo. Demasiado importante para ser ocultado.
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