Sigue la ola de fusilamientos en Irán

Un total de 32 personas han sido ejecutadas en las últimas veinticuatro horas en Irán, según informó ayer Radio Teherán.De ellas, once eran militares de la fuerza aérea, acusados de haber participado en el intento de golpe de Estado descubierto hace dos semanas.

El resto de los ejecutados fueron condenados por diversos delitos, como venta de drogas y el genérico cargo de «corrupción sobre la tierra», bajo el que se incluyen todos los delitos que no respetan las leyes coránicas.

Con los once militares ejecutados asciende a 36 el número de oficiales condenados a muerte por su participación en la conspiración descubierta hace quince días.

Por su parte, los estudiantes que siguen la línea del imán, que mantienen a los 52 rehenes norteamericanos, hicieron ayer público su primer comunicado tras la muerte del ex sha Mohamed Reza Pahlevi.

En él afirman que la muerte del depuesto monarca no cambia sus condiciones para liberar a los rehenes y que continúan exigiendo la devolución de las riquezas de la antigua familia real persa y el reconocimiento por parte de Estados Unidos de su participación en los «crímenes» del anterior régimen.

A este respecto, el presidente del Parlamento islámico (Majlis), ayatollah Hashemi Rafsanjani, ha declarado que la Cámara iraní discutirá «muy pronto» las relaciones con Estados Unidos. Dentro de esta cuestión más general quedará enmarcada, según Rafsanjani, la de los 52 norteamericanos a punto de cumplir su noveno mes de cautiverio.

Las declaraciones de Rafsanjani han sido hechas a raíz de la publicación de la carta que 187 congresistas norteamericanos han dirigido a sus homónimos iraníes.

Sin embargo, antes de abordar el tema de los rehenes, el Majlis deberá decidir quién será el nuevo primer ministro de la República Islámica y quiénes compondrán su gabinete.

Mientras, la oficina del presidente Banisadr ha hecho saber que posiblemente el sábado habrá decisión presidencial al prespecto. Se continúan barajando no menos de diez nombres, entre ellos el juez islámico ayatollah Sadeh Jaljali.

Por otra parte, un portavoz de los Pasdarán (guardias de la revolución) ha desmentido a Efe la información publicada ayer por el vespertino Kayhan, según el cual el miércoles por la noche se produjo un tiroteo alrededor del cuartel de los Pasdarán, en Teherán.

Según el portavoz, el cuartel no fue atacado, sino que los disparos fueron resultado de un enfrentamiento entre «trabajadores de la construcción afganos».

Mensaje del Papa

Por otra parte, el arzobispo melquita católico Hilarión Capucci, viajó ayer tarde a Teherán para entregar a las autoridades iraníes un mensaje personal del papa Juan Pablo II, probablemente vinculado con la amenaza de expulsión que pesa sobre sacerdotes católicos radicados en Irán.Aunque el contenido del mensaje papal es secreto, se presume que en él se expresa, una vez más, la preocupación del Papa por la situación de las escuelas católicas de Irán y el futuro de la minoría católica en ese país.

Monseñor Capucci, que regresó la semana pasada de un viaje a Irán, fue recibido el viernes último por Juan Pablo II, en,su residencia veraniega de Castelgandolfo, para recibir el informe de los contactos mantenidos por el arzobispo melquita en la capital iraní y de la situación de las minorías católicas.

Capucci se entrevistó en Irán con el presidente Abolhassan Banisadr y con varios ministros de su Gobierno.

Banisadr según versiones de solvencia que circularon en el Vaticano, habría dado al arzobispo Capucci que acudía como enviado personal del Papa, toda suerte de garantías de respeto para los católicos iraníes.