_
_
_
_

Atentado en Amberes contra un grupo de niños judíos

Soledad Gallego-Díaz

Un niño judío, de quince años, ha muerto y otros siete compañeros suyos han resultado heridos, uno muy gravemente, en el atentado más salvaje que se recuerda en la historia de Bélgica. El autor es un joven de veinticinco años, nacido al parecer en Damasco (Siria), pero de nacionalidad no determinada aún, que arrojó dos granadas contra un grupo de niños judíos ortodoxos que se disponían a subir a un autobús e iniciar sus vacaciones en las Ardenas. El joven árabe se limitó a declarar a la policía: «Ustedes saben bien por qué lo he hecho».

El atentado ocurrió el pasado domingo, sobre las dos de la tarde, en la ciudad de Amberes, la segunda en importancia de Bélgica. Amberes cuenta con una importante población judía ortodoxa, muy estricta con sus tradiciones religiosas -conservan sus peculiares trajes e incluso el peinado de bucles-, pero muy poco activa en el plano político. Entre ellos son muchos los que rechazan el sionismo como contrario a su fe y tradición. Su mayor interés reside más que en el Estado de Israel en la ciudad de Jerusalén.Estas características hacen aún más incomprensible un atentado ya especialmente dramático por la identidad de las víctimas: un grupo de niños que partían de vacaciones en un viaje organizado por la sociedad socio-cultural Agoudath Israel. Repentinamente, un joven árabe, identificado como Al Saeid Haser, echó a correr y arrojó dos granadas. Casi en el acto murió David Kuhan, de quince años, que acababa de llegar de París, acompañado por su padre. Otros treinta niños resultaron heridos, seis de ellos de consideración y uno, de trece años, muy gravemente.

El autor del atentado intentó huir a pie por las calles cercanas, aprovechando la confusión, pero fue detenido por un policía, sin que le diera tiempo a utilizar la pistola que llevaba. Según testigos presenciales, Al Saeid Naser contaba con uno o dos cómplices, que aún no han sido localizados por la policía, pese a la intensa investigación que se lleva a cabo.

La policía no ha anunciado aún si el joven árabe pertenece a algún grupo palestino. Parece evidente que no tiene relación alguna con la OLP, cuyos dirigentes han renunciado hace ya bastante tiempo a acciones fuera del territorio de Oriente Próximo. La oficina de amistad belga-palestina emitió rápidamente un comunicado en el que condena «este acto criminal contra niños judíos, acto que ninguno de los crímenes cometidos en Oriente Próximo puede justificar».

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_