El aeropuerto de Barajas llegará al tope de su capacidad en 1990

La nueva terminal de vuelos nacionales, que está siendo construida en el aeropuerto de Barajas, tendrá una capacidad tope de veintitrés millones de viajeros anuales. Sin embargo, su utilización no podrá rebasar el año 1990, fecha en la que, según los informes realizados por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, Madrid deberá contar con un segundo aeropuerto, en el supuesto de que la tendencia actual de aumento de tráfico aéreo se mantenga constante.José Luis Alvarez, ministro de Transportes, visitó ayer por la mañana las obras de remodelación de la antigua terminal de vuelos internacionales de Barajas, que habrán de convertirla en una nueva terminal nacional. Las obras, divididas en dos fases de ejecución, costarán 2.500 millones de pesetas la primera, y 1.800 millones, la segunda. El plazo de ejecución es, en principio, de veinticuatro meses para la primera fase, si bien los responsables del ministerio esperan acortar ese plazo en seis meses. Si esos planes de acortamiento de las obras resultan reales, el aeropuerto de Barajas podrá contar con una nueva terminal nacional para los primeros meses del año 1982, con ocasión de la celebración del Campeonato Mundial de Fútbol.

Además de la remodelación del edificio, las obras ampliarán la terminal en unos 20.000 metros cuadrados. Desde la sala de embarque será posible acceder directamente a los aviones, a través de unas pasarelas telescópicas, que permitirán el aparcamiento junto al edificio de la terminal, de hasta catorce aviones.

Las comunicaciones interiores para el paso de los viajeros en transito, o bien con el aparcamiento existente en la zona superior serán mejoradas para evitar los largos desplazamientos que, hasta ahora, han sido necesarios a través de los jardines que bordean el edificio. Según el proyecto existente, está prevista la instalación de bandas transportadoras de personas, que, al estilo de las existentes en otros aeropuertos, eviten largas caminatas de los viajeros por los pasillos.

Todas las obras, sin embargo, se están realizando sin que el ministerio haya solicitado del ayuntamiento la preceptiva licencia de obras, lo que motivó incluso la imposición de una multa municipal.