Landelino Lavilla: "El actual sistema electoral condiciona al diputado"
El papel del diputado individual, en relación con el grupo parlamentario al que pertenece y el partido en el que milita, fue uno de los temas más interesantes abordados ayer por los miembros de la Mesa del Congreso, en un almuerzo con informadores parlamentarios. El presidente de la Cámara, Landelino Lavilla, afirmó que el sistema electoral de listas cerradas y bloqueadas contribuye a condicionar al diputado. El vicepresidente socialista Luis Gómez Llorente aludió a la frustración que produce en el diputado el hecho de que su grupo parlamentario «lo manejen tres personas».
Durante el almuerzo con el que se inauguró el restaurante situado en el nuevo edificio, anejo al del palacio del Congreso, los miembros de la Mesa -y con especial escrupulosidad su presidente, el centrista Landelino Lavilla- evitaron opinar sobre cuestiones políticas, tales como los pactos parlamentarios o de gobierno de UCD con las minorías nacionalistas, los nuevos criterios reglamentarios para la formación de grupos parlamentarios y las posibilidades del actual presidente del Congreso para sustituir a Adolfo Suárez en la cúspide del partido y del Gobierno.Landelino Lavilla manifestó que el nuevo reglamento, que será aprobado por la Cámara durante el próximo período de sesiones -es decir, antes de final de año-tiende a dar mayor flexibilidad y agilidad a los trabajos parlamentarios, a diferencia del actual, que significa un fuerte corsé para el presidente. Lavilla no quiso pronunciarse sobre las posibles reticencias centristas ante un reglamento que le concederá más capacidad de decisión y de dirección de los trabajos de la Cámara.
La secretana, Soledad Becerril (UCD), culpó de la actual rigidez no tanto al reglamento cuanto al sistema electoral, que convierte al diputado indivi dual en una pieza del grupo, como consecuencia del procedimiento de listas cerradas y bloqueadas. El vicepresidente, Luis Gómez Llorente (PSOE), centró el problema en la limita ción que los aparatos de los partidos y de los grupos parlamentarios ejercen sobre el diputado, a diferencia de lo que ocurría en las Cortes de 1931. «El problema es quién dirige los grupos, la relación entre partido y grupo parlamentario, como la relación entre partido y sindicato». Desde este punto de vista, elogió la enmienda a la Constitución planteada sin éxito por Miguel Herrero, para garantizar el funcionamiento interno democrático de los partidos.
El vicepresidente Ignacio Gallego (PCE) resaltó la importancia de los partidos para la democracia y la conveniencia de hacer compatible la disciplina con la libertad del diputado, si bien, dijo, «yo no idealizaría los derechos del diputado».
Entre otras cuestiones reglarnentarias, el presidente del Congreso aludió a los recortes en las subvenciones al PNV y a Herri Batasuna, en función de su ausencia temporal o total, respectivamente, de la Cámara.
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