La "tercera edad"
Ahora que se habla tanto de la tercera edad en tonos rimbombantes y no exentos de paternalismos, queremos mostrar la otra cara de esta moneda y explicar un poco lo que nunca cuentan los señores que tienen siempre la palabra, los señores del Inserso (organísmo inserto en la Seguridad Social: Instituto Nacional de Servicios Sociales). Dentro de este organismo se agrupa a los minusválidos, físicos y psíquicos, y a la tercera edad.Pues bien, nosotros somos trabajadores de la tercera edad. Atendemos a los ancianos en sus propios domicilios. Somos «auxiliares de ayuda a domicilio». ¿En qué consiste nuestro trabajo? En princiipio, y uno de los más graves problemas es éste -aunque luego se verá que no es el mayor-, hacemos a solamente de todo. Somos desde «chachas» hasta enfermeras, pasando por psicoanalistas, madres, cocineras y una amplia gama de las más diversas profesiones.
El 90% de los beneficiarios son los desahuciados de los grandes hospitales y residencias; de los primeros, por pronosticárseles demasiado tiempo de vida todavía, y de las segundas, por carecer de plaza, o simplemente no ser admitidos por no poder valerse por sí mismos.
A esta confusión en cuanto a nuestras funciones, se una la grave situación laboral que padecemos: el 85 % de auxiliares de ayuda a domicilio no somos fijas en plantilla, lo que supone falta de Seguridad Social, pagas extraordinarias, vacaciones, etcétera. Carecemos de la mínima atención sanitaria, aunque estamos en contacto directo con enfermos; es decir, paradójicamente es la propia Seguridad Social y su Instituto Nacional de Servicios Sociales quienes mantienen una actitud delictiva con sus trabajadores, sumiéndoles en la más absoluta ilegalidad.
Esto es sólo una pequeña expo-
Pasa a página 10
La "tercera edad"
Viene de página 9sición de nuestro grave problema, que es quizá insignificante dentro de un entramado mucho más complejo. En toda España hay trabajadores con nuestra misma categoría que salen cada mañana a la calle y recorren las casas de los pensionistas para atenderles. Trabajadores mal pagados y en la situación antes expuesta.
Mientras, los señores del Inserso hablan y hablan, y es que quieren por lo visto que les salga gratis la ayuda a domicilio.
Ante esto, ¿qué hacemos? Por nuestra parte estamos utilizando todas las posibilidades legales que tenemos, nos encontramos pendientes de sentencias de la Magistratura de Trabajo porque nuestro primer problema como trabajadores es el conseguir la fijeza en plantilla, pero también nos interesa, y nos afecta directamente, el planteamiento de la ayuda al anciano y reclamamos una definición de las funciones de nuestra categoría laboral.
Estamos realizando un servicio social, un servicio a la tercera edad pero no se nos considera; somos marginados, como trabajadores, de nuestro propio organismo./
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.