Un sondeo de opinión vaticina un fuerte retroceso electoral de la izquierda portuguesa

La consolidación del actual electorado de Alianza Democrática y el derrumbamiento de los partidos de izquierda es la principal conclusión de un sondeo de opinión publicado por el semanario portugués Expresso.

El periódico que dirige el socialdemócrata Marcelo Rebelo de Sousa afirma que hace quince días el 43% de los electores portugueses estaba decidido a votar a favor de Alianza Democrática, y el 23%, al Frente Republicano y Socialista (que perdería así el 4% de los votos socialistas de diciembre pasado), y el 9%, al Partido Comunista que, con un retroceso de cerca del 11% en relación a las últimas elecciones, obtendría su peor resultado legislativo desde 1974.

En realidad, estas y otras conclusiones del sondeo del Expresso han sido acogidas con sorpresa y desconfianza en Lisboa, porque contradicen los datos de anteriores sondeos publicados cada 15 días por el mismo periódico desde enero. Si hay dudas acerca del comportamiento futuro del electorado socialista, el Partido Comunista no parece dar señales de debilidad: la fiesta anual de su órgano oficial Avante, celebrada el pasado fin de semana, ha puesto en evidencia la capacidad de movilización del PCP, con una presencia de público no inferior al medio millón de entradas, a lo largo de tres días (700.000 según los organizadores). Cunhal aprovechó esta demostración de fuerza para desafíar al presidente Eanes y al Partido Socialista: para contar con los votos comunistas en las próximas elecciones presidenciales, habrá que negociar con el PC después de las elecciones legislativas.

En la carrera por la jefatura del Estado, el general Eanes -que ayer recibió al presidente de la RFA, Carl Carstens-, sigue siendo el gran favorito, según el sondeo del Expresso: el 43 % de votos contra el 18% para el general Soares Carneiro, su único adversario verdadero, que cuenta con el apoyo de la coalición gubernamental.

Acusaciones contra Sa Carneiro

El primer ministro portugués, Francisco Sa Carneiro, ha sido acusado de no pagar a la banca nacionalizada deudas por un importe superior a los treinta millones de pesetas.Para el periódico comunista O Diario, que dedicó al asunto un suplemento de su edición del pasado sábado, y que agotó una tirada excepcional de 100.000 ejemplares, se trata de «un Watergate portugués». Para, los políticos del Gobierno, el incidente forma parte de una campaña de difamación que pretende atácar al poder ejecutivo y a la mayoría que lo apoya.

Los hechos no son nuevos: hace más de un año que el matutino comunista publicó que existía una deuda contraída por Francisco Sa Carneiro con el Banco Espíritu Santo, hoy nacionalizado. La deuda, contraída al comienzo de los años setenta, alcanzaba entonces, con los intereses, cerca de 30 millones de pesetas. Después de varios meses de silencio, el ahora primer ministro ha decidido presentar querella contra el periódico.

Por otra parte, el presidente de la República Federal de Alemania, Carl Carstens, llegó el lunes por la tarde a Lisboa, donde inicia una visita de cuatro días en Portugal, invitado por el jefe de Estado portugués, Antonio Ramalho Eanes.