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Entrevista:

"El turismo español descenderá, porque la prosperidad europea ya no alcanza a todos"

Ignacio Aguirre nació en Madrid, en 1932, licenciado en Derecho, ingresó en la carrera diplomática en 1959. Fue director de la organización técnica de la Oficina de Información Diplomática, embajador de España en la República de Gabón y director General del gabinete del Servicio Exterior del Ministerio de Información y Turismo.Pregunta. ¿Cuál es la situación general del turismo?

Respuesta. El turismo es una de las actividades económicas más sensibles a una serie de factores exógenos que inciden directamente sobre su desarrollo. Además, el fenómeno del turismo masivo es una ciencia nueva. No tiene más de veinte años de vida y no existen estudios Fiables sobre el mismo. El primero de los factores que condicionan esta industria es la crisis económica en que está inmerso el continente europeo. Hay que tener en cuenta que más del 90% de nuestros clientes proceden de los países industrializados de Europa. Un reciente informe del Comité de Turismo de la OCDE, reunido la pasada semana en París, califica de grave la situación debido a cuatro factores: la inflación, el desempleo, la decreciente renta real disponible de los ciudadanos del área de la OCDE y la crisis energética que ha hecho, entre otros estragos, multiplicar los precios de los viajes.

P. En el momento actual, y teniendo en cuenta esa serie de factores a que usted ha hecho mención, ¿cuál es, respecto a otros años, la situación turística española?

R. Los datos de que disponemos corresponden a los cinco primeros meses del año. Tenemos una disminución en número de visitantes del 9,30%, y un aumento de divisas del mismo orden. Si comparamos estas cifras con las que ha dado el comité de la OCDE, respecto al año 1979, según las cuales Turquía descendió un 7,3; Yugoslavia, un 24%; Suiza, un 8,50%, y España, un 2,7%, podemos observar que, por lo que se refiere a 1979, hemos estado dentro de un nivel aceptable de disminución. El descenso este año es más acusado, pero tenemos datos realmente alarmantes de países competidores. Grecia, por ejemplo, ha descendido, en los tres últimos meses, un 40%. Italia ha visto disminuir sus visitantes un 20% en lo que va de año.

El turismo español va a descender como consecuencia de que el sobrante de prosperidad europea ya no alcanza a todos. La capacidad adquisitiva de las clases medias se ha deteriorado fuertemente.

A este respecto, hay un dato muy significativo: un turista sueco, que antes necesitaba quince días de salario para pasar sus vaciones en España, necesita ahora dos meses y medio para las mismas vacaciones. Y eso, a pesar de que España sigue siendo el país más barato para los turistas extranjeros.

Sin embargo, el comportamiento de los países emisores no es homogéneo, y mientras hay un descenso drástico de salidas al exterior en los países escandinavos. que llega a un 35%, se mantiene el turismo inglés. desciende ligeramente en España el alemán ni existe incertidumbre respecto al turismo que para nosotros es cuantitativamente más importante el francés. Los datos de la policía de fronteras señalan que entran anualmente en España alrededor de diez millones, de franceses. Es muy difícil calcular los que nos visitarán este año. teniendo en cuenta que. hasta el último momento. no deciden su punto de destino y que este año las vacaciones escolares se han retrasado allí al 15 de julio. Por otra parte. una encuesta recientemente realizada en París ha dado como resultado que el 67% de los franceses no piensa salir este año de su país, frente a un 55% que declaró lo mismo el año anterior.

Como dato positivo, que ojalá sea significativo, tenemos un informe que ha llegado el día 10 de julio a nuestro poder y que asegura la existencia de grandes colas ante las agencias de turismo holandesas. Según parece, el mal tiempo reinante en aquel país ha provocado una avalancha de reservas de viajes a España superiores a las de cualquier otro año en esta época.

P. Ha señalado usted que se ha dado un descenso en la entrada de turistas y especificado las consecuencias del mismo. ¿En este descenso pueden haber influido factores como la degradación de nuestras playas, de los servicios y el encarecimiento de los precios?

R. No podemos afirmar que algunas playas españolas sean un modelo de limpieza, pero un estudio comparativo próximo a aparecer sobre las playas de los países mediterráneos receptores de turismo señala que las nuestras son las menos contaminadas del Mediterráneo.

Respecto a los servicios, indudablemente existe un deterioro de los mismos, que viene producido esencialmente por la conflictividad laboral de 1978 y 1979, que no se ha dado este año gracias al acuerdo-marco y por una actualización de los salarios. Esto ha provocado que en el componente de la empresa turística los costes salariales hayan llegado a ser superiores al 50% del producto turístico. Y, por consiguiente. el alza de salarios ha llevado a que se produzca una tendencia natural de los empresarios a reducir las plantillas, y al reducirse, es evidente que los servicios se deterioran.

Pienso que esto es consecuencia de nuestra progresiva incorporación a Europa. Hemos dejado de ser un país de precios baratos y salarios bajos para convertirnos en un país de precios que se acercan al nivel europeo y salarios que en la rama de hostelería están muy cerca de ese mismo nivel.

P. Usted ha dicho en alguna ocasión que era necesario profesionalizar más esta profesión.

R. El sector hotelero es la base de nuestro turismo y está empezando a tomar consciencia de unos problemas que estuvieron hasta ahora centralizados en el sindicato vertical. En este sentido hay que destacar la creación, por parte de trabajadores y empresarios, de asociaciones nacionales y provinciales que funcionan cada día con mayor eficacia. Hace unos días se ha constituido en el seno de la CEOE una comisión de turismo que confío comenzará a estudiar los problemas del sector con la profesionalidad que se debe exigir a un empresario responsable.

La realidad es que, si observamos la estructura hotelera de España, tenemos más de 9.000 establecimientos que han ido creciendo muy desordenadamente. Por otra parte, hasta hace poco no lia habido órganos empresariales de concertación de intereses, principalmente en el momento de las contrataciones con los tour operadores, con lo cual éstos immponían una situación de monopolio frente a la dispersión empresarial.

Esto se ha corregido en los dos últimos años, alentando la creación de las oreanizaciones patronales y, sobre todo, subvencionando la creación de cooperativas con el fin de crear servicios comunes que abaraten los costos.

P. ¿Qué influencia ha tenido la campaña de bombas de ETA y qué reflejo ha tenido en la Prensa de los países emisores?

R. En primer lugar quiero creer que la campaña de bombas de ETA ha finalizado. La reacción que ha provocado en todos los sectores políticos y sociales del país espero que les haya hecho desistir. Llevanos diez días sin bombas y eso puede ser un indicio de que ETA ha renunciado.

En cuanto al reflejo que estas acciones han tenido fuera de nuestras fronteras, recibimos resúmenes de prensa de los principales países europeos, y me parece importante consignar que, quitando ciertos órganos sensacionalistas, el tono de moderación y de sensatez de que ha hecho gala la Prensa europea ha sido superior al de la española, porque el enfoque de ésta ha sido principalmente político. La serie de bombas puestas por ETA -que, en realidad, han sido de muy poco poder explosivo- en zonas, salvo en el caso de, Meliá de Al¡cante, lejanas a las grandes concentraciones humanas, han encontrado un excesivo eco en los medios de comunicación españoles.

El hecho de que en los boletines informativos de radio se fuera dando la noticia del anuncio de colocación de bombas y el insistir continuamente en el tiempo que faltaba para su posible explosión ha creado mayor incertidumbre y preocupación que la explosión misma. En general, el tratamiento informativo que se ha dado a la campaña de ETA en los órganos europeos ha sido, sobre todo, turístico, y no político.

P. ¿Han influido las bombas en el descenso de que antes hablaba?

R. Indudablemente han influido, sobre todo en el turismo individual. Sin embargo, no lo ha hecho, al menos que sepamos, en el turismo concertado. Los datos que tenemos de anulaciones de viajes son, en este sentido, bastante claros. Prácticamente no se han producido cancelaciones desde ninguna parte de Europa. Lo que desconocemos es la incidencia exacta que este tema pueda tener sobre el turismo individual.

P. Respecto al turismo interior, ¿se ha detectado algún cambio en la tendencia registrada en los últimos años?

R. Como primera tendencia del turismo, tanto interior como internacional, hay que señalar que se está desplazando la demanda de hoteles hacia apartamentos. Esta es una tendencia que ya se viene produciendo desde 1978 y que se está acentuando, sobre todo, en 1980.

En cuanto al tema concreto de Benidorm, y esto es un tópico ya, al menos en mi boca, hay que tener en cuenta que dispone de 280.000 plazas turísticas, es decir, 50.000 plazas más que toda Grecia y cuatro veces más que Portugal. Es inevitable que, en momentos de recesión, los primeros en sufrirla sean las grandes concentraciones.

Pero hay un tema en el turismo interior enormemente preocupante: el de la salida de españoles al extranjero. En los últimos meses las salidas han sido superiores en un 22% a las del año anterior, con un incremento de gasto de divisas de un 76%. En un año de crisis económica general es necesario corregir esa tendencia, porque no sólo supone una fuerte sangría de divisas, en un año en el que el turismo ya no va a poder pagar la factura del petróleo, s¡no que, además, va a incidir de manera determinante sobre la ocupación hotelera de nuestras costas. Como en tantos otros campos, el español debe jugar la carta de la solidaridad.

P. ¿Qué medidas se han adoptado en este sentido?

R. Hemos realizado una campaña con el objeto de intentar mentalizar al español bajo el lema «Quédese en España», cuyos resultados están por ver, y recordando que el tope generoso que se nos concede para salir al extranjero, 80.000 pesetas por viaje, con permisibilidad de efectuar cuatro al año, no puede ser traspasado. Hay que sancionar a los que traspasan este límite generoso de 320.000 pesetas anuales.

P. ¿Cuáles son las perspectivas de futuro?

R. La década de los ochenta es incierta y dependerá del grado de adecuación que demos al binomio precios- servicios. Hemos de acostumbrarnos a que el turismo no es ya una industria de crecimiento continuo e ilimitado, y es posible que con las cifras de 1978 se haya llegado al techo. Por otro lado, hay que desestacionalizar el turismo, alargando la temporada. Esto va unido a un problema de vacaciones escolares de difícil solución y a otro de vacaciones laborales que pensamos discutir con los sindicatos.

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