Ante la inminencia de las vacaciones
de verano, los hombres del poder, los de la oposición y los que se autoconsideran reserva nacional parecen decididos a dar una tregua a la batalla política y sumergirse en el ritmo y salsa del descanso estival. Por ello, resulta frecuente encontrarse en pleno baile en estas noches a hombres como Antonio Garrigues, Mariano Rubio, Miguel Boyer e Ignacio Bayón, que han frecuentado en los últimos días la discoteca de moda de Madrid, Pachá, una copia a la española de las famosas neoyorquinas, que son y que fueron como Xenon y Estudio 54, y en la que Pepe Martínez coordina incansable las relaciones públicas. Allí hemos visto, entre trajes transparentes, escotes generosos, modelos, artistas, músicos, escritores y patinadores sobre el parqué de la pista al Garrigues-Supermán, que José Mario Armero quiere para capitán de una segundo moción de censura, dándole Reggae, baile de moda impuesto por Bob Marley -el cantante que Rosón prohibió en Madrid-, todo encorbatado, al igual que lo estaba el subgobernador del Banco de Espana, Mariano Rubio.
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