Multitudinario homenaje a la UMD y a Justicia Democrática
En olor de multitud -el local con capacidad para mil personas a tope y muchos asistentes sin posibilidad de encontrar una mesa- se celebró, el pasado martes, en el restaurante El Bosque, de Madrid, la cena-homenaje a Justicia Democrática y a los ex militares de la Unión Militar Democrática (UMD) con motivo de haber sido propuestos al Premio Europeo de los Derechos Humanos.Políticos de los partidos democráticos, desde UCD al PCE, y compañeros de los homenajeados, entre ellos unos cuarenta jefes, oficiales y suboficiales del Ejército y numerosos miembros de la magistratura, formaron el núcleo más visible del amplio colectivo que acudió a la convocatoria para expresar su pública adhesión y reconocimiento a los antiguos miembros de la UMD y a Justicia Democrática.
Entre las adhesiones enviadas destacan las de un comandante de la Policía Nacional, cuyo nombre fue silenciado por obvias razones, para el que el homenaje a sus antiguos compañeros de armas constituye «un reto a todos los galácticos», y las de algunos jefes y oficiales que no tuvieron inconveniente en expresar su público apoyo a la trayectoria de los homenajeados.
El aplauso más fuerte de la noche fue para los nueve ex militares de la UMD, cuando Joaquín Ruiz-Giménez, hijo, miembro de la Comisión pro Derechos Humanos, comenzó a citar sus nombres mientras hacía un breve bosquejo histórico sobre la UMD y Justicia Democrática. Una cita a los militares de la República y la descripción de la labor desarrollada por Justicia Democrática arrancaron también vivos y entusiastas aplausos de los asistentes. Tras una primera intervención del abogado Jaime Miralles -que dijo hablar sólo en su condición de demócrata- tomó la palabra el ex comandante Otero, quien agradeció el homenaje como dirigido a «todos los militares que defendieron y defienden desde los cuarteles las ideas de la democracia y de la libertad».
Eduardo Jauralde, fiscal general del Tribunal Supremo, agradeció el homenaje en nombre de Justicia Democrática. Recordó los contactos personales habidos en el pasado entre miembros de la UMD y Justicia Democrática («sus armas eran como las nuestras, desprovistas de elementos mortíferos, sólo con sus folletos y sus informes», dijo).
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