Suárez puede someter a refrendo su liderazgo en Unión de Centro Democrático
El presidente Suárez podría proponer mañana, lunes, a la Permanente de Unión de Centro Democrático (UCD) la inmediata convocatoria conjunta de los grupos parlamentarios del Congreso y del Senado y del Consejo Político del partido centrista para obtener de esas asambleas el refrendo a un liderazgo que le discuten de forma creciente amplios círculos ucedistas.
Medios políticos cercanos al vicepresidente del Gobierno Abril, sobre cuya distancia con Adolfo Suárez ha especulado la prensa que bebe en los desagües de la Moncloa, estiman que el presidente no tiene otro camino de recuperar el liderazgo que jugárselo con audacia, poniéndolo a disposición de la asamblea de parlamentarios y del Consejo Político emanado del primer congreso del partido centrista.
En Castellana, 3, se piensa que hay unas tareas de verano que no pueden aplazarse, si se quiere evitar un octubre políticamente impracticable. La vuelta al cole debe hacerse con una solución satisfactoria para la autonomía andaluza y con algunas medidas económicas y sobre el gasto público capaces de brindar estímulos alentadores a esos cuatro millones de ciudadanos que han presentado su declaración sobre la renta.
La pura actitud de resistir, de durar, en que parece anclado el presidente Suárez, se considera improrrogable. El marketing barato de los encuentros presidenciales con deportistas y gentes de otros sectores ofrece la impresión de que los asesores son prisioneros de otras épocas con viejas glorias, que no son las de ahora.
La actual situación del partido UCD no puedo extrapolarse a septiembre, Si se atiende el parecer de los socialdemócratas de Francisco Fernández Ordóñez, que afirman contar ya con treinta diputados. O llegan las soluciones o intentarán constituirse en partido bisagra. Y este emplazamiento todos calculan que puede desencadenar desde la Moncloa una nueva convocatoria electoral, convertida en pócima que vacune contra disidencias y veleidades de cualquier género, incluso del mixto.
La tesis del secretario general de UCD, Rafael Calvo Ortega, remite a la palestra del próximo congreso centrista, donde habrán de dirimirse los conflictos y evaluarse las fuerzas de las distintas familias que componen el partido. Y Calvo Ortega asegura que hasta ahora nadie está en esa labor anticipadora de buscar en las circunscripciones la promoción de los compromisarios que puedan series afines cuando llegue la hora del debate y de las decisiones congresuales.
Los "barones" por Landelino
Consultados los «barones» queda claro que no están por la labor. Su argumento es que la convocatoria del congreso no va a ser fijada para antes de enero-febrero y que las soluciones en el partido deben tomarse desde ahora, aunque luego allí reciban su convalidación democrática. Además, de la guerrilla inconexa en que cada uno de ellos desplegaban su actividad han pasado a patrocinar una solución común cifrada en la alternativa de Landelino Lavilla, actual presidente del Congreso de los Diputados y una de las figuras más destacadas de la familia democristiana. Se ha descartado a Fernández Ordóñez, que no atraviesa su mejor momento, ni cuenta con la ocasión propicia para un giro a la izquierda, y a Rodolfo Martín Villa, que se resiente de un paralelismo biográfico excesivo con el actual presidente del Gobierno.
Sobre algo parece observarse una creciente unanimidad en medio del panorama de disidencias ucedistas: la inviabilidad de la operación para la que se postula Antonio Garrigues Walker. Jose Mario Armero, que ha sido su nuncio en estas últimas semanas, la resume así: supongamos que en octubre el partido socialista presenta una nueva moción de censura; supongamos que su propuesta constructiva incluye como presidente del Gobierno a Antonio Garrigues Walker; supongamos que consigue en su favor los 176 votos precisos. Luego, cuarenta patriotas de UCD tomarían la decisión de organizarse autónomamente para prestar al nuevo Gobierno mayor holgura parlamentaria. Salidos de la estupefacción inicial, los barones centristas se han mostrado rotundos al respecto. Cuentan que Martín Villa afirmó que preferiría dar antes su voto a Santiago Carrillo que al nuevo vástago de los Garrigues. El propio Fernández Ordóñez dijo que, puesto en esa tesitura, se inclinaría primero por Leopoldo Calvo-Sotelo.
Liturgia extraordinaria
Observadores de la escena política subrayan las dificultades que una propuesta de esa naturaleza representaría para el PSOE, habida cuenta de la pertenencia de Antonio Garrigues a la Trilateral, y de su trabajo profesional como asesor jurídico de numerosas empresas multinacionales. Ello no es obstáculo, sin embargo, para que en algunos círculos del partido comunista la candidatura haya sido bien recibida. Ramón Tamames y Nicolás Sartorius reconocieron sus inmejorables relaciones con Antonio Garrigues, al que consideraron interlocutor válido para llegar a razonables acuerdos.
En medio de este panorama se extiende la convicción de que la sesión que mañana lunes celebra la permanente de la ejecutiva de UCD será decisiva. Está en juego la fecha de convocatoria del congreso centrista y la opinión espera saber también si los barones se deciden a presentar formalmente la alternativa Landelino, todavía pendiente de la indecisión del propio interesado. La retirada de Fernando Abril de la dirección de los asuntos políticos y de las relaciones con otras fuerzas ha dejado este campo en el abandono y la impericia que reconocen incluso fuentes socialdemócratas y que, el partido habrá de atajar sin más dilación. El peligro más claro es que Suárez se sienta, una vez más, reconfortado por los fallos y las indecisiones ajenas. La convocatoria de mañana se ha revestido en todo caso de elementos litúrgicos extraordinarios: tendrá lugar fuera de Madrid y se facil¡tará plano de acceso a los convocados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.