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Gente

Un terrateniente

del oeste de Venezuela fue condenado a pagar 11.000 dólares de indemnización a uno de sus empleados por haberle marcado con un hierro incandescente. El empleado, un indio guajiro llamado Enrique González, fue acusado por su patrón, Hugo Urdaneta, de haber cometido una falta durante su trabajo, lo que le valió -según el patrón- para aplicarle esa «sanción». El cruento procedimiento ha motivado la movilización inmediata de numerosos indios de la región, que han puesto el hecho en conocimiento del presidente de la República, Luis Herrera Campins.

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